Con la Pascua llegan los atascos
Se acercan los días festivos de la Pascua a Chequia y las carreteras se llenan de conductores que se van de vacaciones. Esto provoca que los atascos, accidentes y problemas mecánicos se multipliquen.
Es por ello que la Policía de Tráfico prepara numerosos dispositivos ante las esperadas complicaciones. Generalmente se trata de atascos, pero también se multiplica el número de accidentes y problemas mecánicos.
Uno de los puntos críticos dentro de la geografía checa es la autopista D1, que une Praga con Brno y que está pasando por un largo proceso de modernización que ralentiza habitualmente el tráfico.
Como comenta para la Radiodifusión Checa Tomáš Lerch, jefe de la Policía de Tráfico, unos 3000 agentes se situarán especialmente en esos puntos complicados.
“Vamos a centrarnos principalmente en los sitios donde hay reparaciones, como es el caso de la D1, pero por supuesto también estaremos en otros puntos de conexión importantes en los que se espera que haya complicaciones con el tráfico”.Este miércoles por la noche y el jueves, así como el próximo lunes para la vuelta, son los días que las autoridades estiman que habrá mayor afluencia.
En estas fechas, muchos vehículos sufren algún choque o se encuentran con algún fallo mecánico en su automóvil durante el viaje. Según los expertos, lo más importante es no perder la calma, encender las luces de emergencia, parar en un lugar que sea lo más seguro posible y esperar tras el guardarraíl.
Para Libor Budina, experto de tráfico de la organización checa Autoklub, es de vital importancia llevar chalecos reflectantes.
“Principalmente hay que pensar en tu propia seguridad, llevar un chaleco reflectante. A ser posible, que haya uno para cada pasajero, colocar un triángulo de seguridad a 50 metros del coche, y en autopista, como mínimo a 100 metros”.Un momento muy incómodo para los conductores cuando llegan las épocas festivas suele ser cuando se ven inmersos en medio de un gran atasco.
En estos casos, es peligroso dejarse llevar por el estrés, ya que esto afecta negativamente a la conducción. En opinión del psicólogo especializado en tráfico Michal Walter, es necesario saber cómo relajarse en estas situaciones.
“Hablar con los otros pasajeros, debatir sobre temas que no sean conflictivos. Y si estás solo en el coche, poner música, relajarse y aceptar que simplemente hay un atasco”.
Otro peligro derivado de los atascos es que cuando terminan y el tráfico comienza a ser fluido, los conductores tienen prisa por recuperar el tiempo perdido y superan los límites de velocidad permitidos y realizan adelantamientos peligrosos, lo que aumenta notablemente las probabilidades de sufrir un accidente.
El año pasado en estas mismas fechas, la Policía registró alrededor de 670 accidentes, en los que perdieron la vida tres personas.