Comunistas cuestionan prolongación del estado de emergencia

Vojtěch Filip, foto: ČTK / Michal Krumphanzl

El estado de emergencia que viene aplicando el Gobierno para la aprobación de diferentes medidas restrictivas vencerá a mediados del mes. Los comunistas adelantaron que su respaldo no es un asunto automáticos y amenazaron con un posible voto en contra.

El Partido Comunista ha lanzado una nueva amenaza contra el Gobierno. Los comunistas dicen que el Ejecutivo no cumple sus promesas, por lo que barajan la posibilidad de votar en contra de una nueva prolongación del estado de emergencia que vence el próximo 14 de febrero.

La discusión sobre prolongación del estado de emergencia  (Petr Fiala),  foto: ČTK / Vít Šimánek

En una reunión de la cúpula partidista, celebrada este miércoles, la mayoría de los asistentes se expresó a favor de bloquear la próxima solicitud de prolongación del estado de emergencia que presentará el Gobierno ante la Cámara de Diputados.

Los comunistas argumentan que el primer ministro les prometió reabrir los centros de esquí y que permitiría el regreso a clases de más estudiantes, pero no ha cumplido con el compromiso, según indicó el líder Vojtěch Filip a la Televisión Checa.

“No confío en las promesas del Gobierno. Analizaremos la situación surgida y todo dependerá de la decisión (a nivel del partido) que tomemos“.

Jan Hamáček,  foto: ČTK / Michal Krumphanzl

El jefe de los comunistas dio a entender que todavía hay cierto espacio de negociación. Para este viernes ha sido convocada una reunión de la dirección partidista con la asistencia de representantes regionales de la agrupación, en la que esperan una resolución que podría poner al Gobierno nuevamente contra las cuerdas.

El viceprimer ministro, Jan Hamáček, dijo en rueda de prensa que consideraba necesaria una explicación clara y concisa por parte de los comunistas.

“Los comunistas deberían explicar por qué quieren perjudicar a nuestro país en la lucha contra la epidemia“.

Andrej Babiš,  foto: ČTK / Vít Šimánek
El Gobierno de coalición, integrado por el movimiento ANO, del primer ministro Andrej Babiš, y el Partido Socialdemócrata cerraron una alianza con los comunistas para poder gobernar. El Ejecutivo depende del apoyo comunista para salir adelante en las votaciones de la Cámara Baja, y ya en más de una oportunidad los “camaradas” han presentado una serie de exigencias a cambio de su respaldo.

Todo parece indicar que la nueva amenaza de los comunistas es una reacción a la maniobra del Gobierno de reembolsar a las Fuerzas Armadas un recorte del presupuesto que tenía planeado para la compra de pertrechos militares como parte del programa de modernización.

El Partido Comunista dijo que levantaría la mano a favor del presupuesto del Estado, a finales del año pasado, siempre y cuando se redujera en unos 386 millones de euros el dinero para la compra de armamento.

El primer ministro Babiš aceptó la oferta. Redujo los gastos de las Fuerzas Armadas y los comunistas respaldaron la propuesta de presupuesto nacional. La oposición puso el grito en el cielo y los sectores castrenses advirtieron que la seguridad nacional correría peligro.

Recientemente el primer ministro Babiš reembolsó a las Fuerzas Armadas unos 193 millones de euros y ahora la Comisión de Defensa de la Cámara Baja exige al Gobierno la devolución total del dinero, y eso a más tardar a finales del mes en curso.

En una resolución oficial, los diputados sostienen que en caso de frenar el programa de modernización de las Fuerzas Armadas se pone en juego la seguridad nacional