Comparecerán ante los Tribunales sospechosos de producir alcohol adulterado
Las autoridades checas han empezado a cerrar las investigaciones del caso del alcohol adulterado que se cobró casi 40 víctimas mortales. Tocará ahora el turno a los Tribunales que dictarán sentencias contra los sospechosos de producir, embotellar y distribuir ilegalmente miles de litros de alcohol adulterado con metanol.
El mayor escándalo de intoxicación de personas por el consumo de alcohol metílico de la historia del país empieza una nueva etapa. Después de casi cuatro meses de investigaciones, la Policía entregará todas las pruebas y documentación a los Tribunales.
De los 32 encausados, seis tienen cargos de agresión agravada debido a las muertes causadas. A pesar del intenso trabajo y del éxito alcanzado, el jefe del operativo ‘Metyl’, Jindřich Kučera, reconoció que se desconoce el paradero de unos 5.000 litros de alcohol adulterado.
“Lo más probable es que por temor a las sanciones, los implicados en la producción del alcohol metílico destruyeron todas las pruebas y derramaron el producto adulterado a la red del alcantarillado público”, aseguró el alto oficial de la Policía.
La situación en torno al alcohol metílico fue tan grave que el ministro de Salud, Leoš Heger, se vio obligado a declarar el 14 de septiembre, una ‘Ley seca’ que duró varias semanas y que prohibió la venta de alcoholes de 20 grados en todo el país.Aunque necesario, el paso provocó el descontento de los comerciantes y pérdidas millonarias para el Estado y la industria de los destilados durante el tiempo que duró la medida.
Debido a las dimensiones de la intoxicación masiva de personas en Chequia, la Comisión Europea pidió entonces a Praga que aplicara medidas para impedir que las muertes por el consumo de alcohol metílico continuaran y que se extendieran por el Viejo Continente.
La producción, el embotellamiento y distribución ilegal de alcohol adulterado de forma masiva obligó a las autoridades de Praga a estudiar a fondo las lagunas jurídicas que existen en el país.
En Chequia ha sido posible comprar bebidas alcohólicas en puestos callejeros y prácticamente en todas las tiendas en las que se venden alimentos.
El operativo ‘Metyl’ asestó un durísimo golpe a grupos del crimen organizado que disponían de una sofisticada red en la que no faltaba la falsificación de etiquetas y sellos oficiales.Los controles por parte del Estado checo se han intensificado de tal manera, que ahora cada botella de alcohol dispone de certificados que dificultan al máximo falsificar informaciones sobre su origen y producción.