Ciudadanos comunitarios podrán comprar tierras laborables en la RCh

Los ciudadanos de los países miembros de la Unión Europea podrán comprar tierras laborables en la República Checa. El Gobierno aprobó enmiendas a las leyes que facilitarán la venta de tierras para extranjeros comunitarios.

Foto: archivo RPI
Las tierras arables de la República Checa pronto podrán ser vendidas a agricultores de cualquier país de la Unión Europea. Así lo decidió el Consejo de Ministros en su sesión de este miércoles.

El primer ministro checo, Mirek Topolánek, aseguró que no tiene sentido postergar por más tiempo la apertura de la venta de tierras arables a los interesados de otros países.

No obstante, el ministro de Agricultura, Petr Gandalovic, se había expresado en más de una ocasión en contra del súbito inicio de la venta de tierras laborables a los agricultores de otros países.

De acuerdo con el ministro Gandalovic, la RCh no está del todo preparada para semejante apertura, por lo que hubiera preferido iniciar los debates en otro momento.

Ministro de Agricultura checo,  Petr Gandalovic  (Foto: CTK)
Tras el ingreso de la República Checa en la Unión Europea, en 2004, se dijo que la venta de tierras arables se iniciaría siete años después.

Como resultado de diversas enmiendas los ciudadanos comunitarios empezaron a comprar tierras cumpliendo dos requisitos: permanecer tres años en el país y dominar el idioma checo.

La nueva propuesta facilitará los trámites a tal punto, que lo único que necesitarán los interesados de los países comunitarios será inscribirse en el registro mercantil como agricultores.

Por su parte, los expertos advierten que, por ejemplo, los agricultores alemanes, austriacos y holandeses disponen de un poder de adquisición mayor que el de sus iguales checos.

Para los ciudadanos comunitarios los precios checos serán muy inferiores a los de sus países de origen, y esto generará un aumento de los precios de la tierra para los agricultores locales, que disponen de capitales inferiores.

Los promotores del cambio aseguran, por su parte, que la llegada de inversores extranjeros ayudará a poner en movimiento el mercado e impulsará las actividades agrícolas, al tiempo que recuerdan que se trata de compromisos que derivan del Derecho comunitario.