Cinco partidos presentan una ley de matrimonio del mismo sexo: “No representa un perjuicio para nadie”
De manera conjunta, cinco partidos gubernamentales y de la oposición presentaron en el Parlamento una propuesta de ley que permitiría el matrimonio entre las personas del mismo sexo. El presidente Zeman avanzó que vetaría dicha ley que solo dos partidos de la Cámara Baja rechazan.
Cuatro partidos de la coalición de Gobierno, Alcaldes e Independientes (STAN), TOP 09, Partido Pirata y Partido Cívico Democrático (ODS), además de la principal fuerza de la Cámara Baja, el movimiento ANO, aunque ahora se encuentre en la oposición, presentaron este martes una propuesta de ley que podría convertir a la República Checa en el 31 país del mundo que legalizase los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Representantes de dichas fuerzas políticas subrayaron que tal paso no supondría una limitación ni un perjuicio en los derechos de nadie, simplemente, igualaría los derechos de este tipo de uniones con el de cualquier otro matrimonio civil, como enfatizó en rueda de prensa la vicepresidenta de la Cámara de Diputados Olga Richterová.
“Apoyamos que los ciudadanos no tengan únicamente las mismas obligaciones, sino también los mismos derechos, y yo añadiría que también la misma dignidad”.
Según Richterová y los representantes de los otros partidos firmantes, la sociedad checa es suficientemente liberal y abierta para dar el paso. Solo dos formaciones con representación parlamentaria rechazan de manera tajante la ley, en consonancia con su discurso habitual al respecto: el Democristiano Partido Popular (KDU-ČSL), y Libertad y Democracia Directa (SPD).
A ellos se sumó inmediatamente el presidente de la República Checa, Miloš Zeman, que aprovechando una comparecencia pública con motivo de la visita de la presidenta de Hungría, dejó claro que vetaría dicha ley si llegara a su mesa. De hecho, añadió que, por el contrario, apoyaría un cambio constitucional que fijara el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer.
“Si se presenta una propuesta de cambio en la Constitución para que el matrimonio quede definido como la unión de un hombre y una mujer, lo apoyaré sin ninguna duda. Pero si, por el contrario recibo una propuesta de ley de matrimonio de personas del mismo sexo, y no es que yo tenga nada en su contra, ya tienen el régimen de parejas de hecho, que disfruten de todas las ventajas, pero la familia es la unión de un hombre y una mujer. Punto”.
Pero a su mesa nunca llegará dicha ley porque los procesos parlamentarios llevan sus tiempos, tiempos lentos, se entiende, y al segundo y último mandato de Miloš Zeman le queda menos de un año, por lo que, en cualquier caso, sería su sucesor quien tendría que rubricar la ley si esta supera todas las votaciones y debates parlamentarios.
El analista del Instituto de Estado y Derecho de la Academia de Ciencias Petr Agha matizó en la Televisión Checa uno de los puntos mencionados por Zeman. Es algo común pensar que el régimen de parejas de hecho se equipara en derechos a un matrimonio y que la lucha por la legalización del matrimonio igualitario se reduce, prácticamente, a algo simbólico. Pero esto no es así, explicó Agha, ya que existen diferencias fundamentales.
“Por ejemplo, en las parejas de hecho no se establece una relación de parentesco hacia la familia del compañero, y esto es algo básico. No existe el derecho a pensión de viudedad y la regulación de la relación jurídica y las obligaciones hacia los hijos biológicos de la pareja es problemática”.
Así, en el caso de, por ejemplo, el fallecimiento del padre o la madre biológica, tanto la pareja como el propio hijo quedan en una situación de desprotección.
En opinión del analista Petr Agha, no solo la representación política, también la sociedad da muestras de estar preparada para el matrimonio igualitario, igual que casi todos los países europeos al oeste de la República Checa.
“Si miramos la situación actual, vemos que la propuesta la presentan de forma conjunta cinco partidos parlamentarios, por lo que podemos decir que existe un consenso entre los partidos políticos, aunque no vaya a ser tan sencillo que salga adelante. Pero luego están los sondeos de opinión pública, que en los últimos tres o cuatro años muestran un apoyo a esta ley que oscila entre el 60% y el 65%”.
Si recuerda Agha que no será tan sencillo que la ley salga adelante a pesar de que los cinco partidos que la presentan conformen una mayoría abrumadora de la Cámara Baja, es porque para votaciones de este tipo es de esperar que cada diputado vote de acuerdo a su conciencia y no a las directrices de su respectiva formación. Pero, además, lo cierto es que en la pasada legislatura ya existía una propuesta de ley similar que en cuatro años los diputados no encontraron tiempo para someterla a votación.