Científicos checos seguirán el eclipse solar en EE.UU.

El total eclipse solar en Svalbard, 2015, foto: © Miloslav Druckmüller, Shadia Habbal, Peter Aniol, Pavel Štarha

El campo magnético del Sol y la distribución de los ionos de hierro en la corona solar es lo que interesa a los científicos de la Escuela Superior Técnica (VUT) de la ciudad de Brno. Estos se preparan para una expedición a Estados Unidos, para realizar observaciones y mediciones durante la eclipse de sol, que se podrá seguir allí el próximo 21 de agosto.

El total eclipse solar en Svalbard,  2015,  foto: © Miloslav Druckmüller,  Shadia Habbal,  Peter Aniol,  Pavel Štarha
La Escuela Superior Técnica acordó enviar a Estados Unidos una expedición de científicos especializados en matemáticas y astronomía a fin de avanzar en las investigaciones del Sol. Los peritos tienen previsto realizar grabaciones y fotografías detalladas del eclipse solar del 21 de agosto próximo desde Whiskey Mountains, en Mitchel, Estado de Oregon, que con ayuda de diversos métodos matemáticos pueden aportar nuevos conocimientos sobre el Sol y su corona, según señaló Miloslav Druckmüller, jefe de la expedición.

”Para nosotros es ventajoso que el eclipse solar tenga lugar en Estados Unidos. O sea que el sitio de seguimiento se nos hace más accesible. Después del viaje en avión podemos llegar hasta muy cerca en automóvil y llevar consigo una tonelada de instalaciones técnicas. Y aunque el último trayecto habrá que hacerlo a caballo, tenemos amplias posibilidades de realizar mediciones y observaciones que nunca antes habíamos podido hacer. Tenemos planificadas decenas de experimentos y esperamos poder alcanzar buenos resultados”.

El lugar de las observaciones del eclipse tiene gran importancia

Por otro lado, como apuntó Druckmüller, el lugar de las observaciones no es ideal, porque nunca se puede garantizar que las condiciones climáticas locales favorezcan los experimentos el día dado. No se puede comparar, por ejemplo, con el desierto de Atacama, desde donde será posible observar el próximo eclipse solar en condiciones perfectas, por la baja humedad local que es una garantía de que los cielos se mantendrán despejados y habrá buena visibilidad.

Druckmüller explicó que el sitio de las observaciones en Estados Unidos fue escogido en colaboración con colegas de la Universidad de Hawái, acentuándose en especial su altura sobre el nivel del mar.

Las observaciones del eclipse en Estados Unidos,  foto: VUT Brno
”Es porque algunos de los experimentos que hacemos son muy problemáticos, ya que por ejemplo la intensidad de la luz que queremos analizar es reducida por la atmósfera de la Tierra, lo que ocurre en el caso de cada luz que sale del Sol. Y esto afecta las mediciones. El lugar que hemos escogido se encuentra a una altura de unos 3.400 metros sobre el nivel del mar y la humedad allí es relativamente baja. Por ello estuvimos dispuestos a superar las dificultades del último tramo que hay que hacerlo a caballo”.

Como especificó Jana Hoderová, otra participante en la expedición, lo que más preocupa a los científicos checos es cómo se logrará trasladar al lugar de las observaciones el equipamiento técnico.

“La subida al monte, unos 20 kilómetros a caballo, y el traslado del equipamiento fueron acordados con antelación y, por cierto, no fue nada barato para la Universidad de Hawái, que pagó los costes. Se nos dijo cuántos kilos de enseres personales podemos llevar las tres personas que haremos los experimentos, son nueve kilos cada uno. Y también la carga máxima en cuanto al equipamiento. Nos subirán unos tres equipos técnicos de mediciones. Esperamos que vayamos en forma de una caravana y que los caballos sean amistosos y que no haya problemas, según nos prometió la agencia que se encargó de este transporte”.

Los científicos checos de la Universidad de Brno calculan que el peso de su equipamiento técnico será de unos 200 kilos como mínimo.

El eclipse puede aportar nuevos conocimientos sobre el Sol

En caso de que el estado del tiempo el 21 de agosto sea favorable durante el eclipse solar en Estados Unidos, se hará posible avanzar en las investigaciones del campo magnético del Sol, así como de la corona solar, confía Jana Hoderová.

El eclipse solar en Estados Unidos,  foto: VUT Brno
”Si los cielos están despejados y todo avanza según nuestros planes, el software que hemos elaborado para esta ocasión lo pondremos en funcionamiento unos 60 segundos antes del inicio del eclipse solar total, cuando la Luna llegue a cubrir por 2 minutos y 20 segundos el Sol totalmente. Tenemos que alejarnos de los equipos para no afectar de alguna manera sin querer las mediciones y la toma de fotografías con algún movimiento. Esto nos dará tiempo entonces para seguir cada detalle que acompaña el eclipse total esos dos minutos y 20 segundos”.

Mientras que el propio eclipse total dura tan poco tiempo, el análisis de los datos reunidos durante su seguimiento tarda mucho más, como apuntara el jefe de la expedición checa Miloslav Druckmüller.

”Una cosa es que se reúnen diversos datos y se hacen mediciones. Pero luego hay que ver cuáles de esos datos pueden ser aprovechados y qué nos ofrecen de nuevo. Los físicos de la Universidad de Hawái plantearon lo que sería interesante averiguar, pero nunca sabemos con antelación a dónde nos llevarán las mediciones. O sea que primero se cumplen tareas más simples, y luego las más complicadas. Queremos hacer experimentos que hasta el presente nunca habíamos hecho”.

En el peor de los casos, si todo resulta mal, el próximo eclipse tendrá lugar dentro de dos años y unos meses. Para esas fechas ya deberían conocerse de seguro algunos resultados al menos de las mediciones a ser realizadas próximamente en Estados Unidos, como recalcó el jefe de la expedición de la Escuela Superior Técnica de Brno, Miloslav Druckmüller.

Los métodos numéricos aprovechados por el equipo de Druckmüller en las investigaciones del espacio exterior y, en especial, del Sol, se ganaron en el pasado reconocimiento mundial, ya que facilitaron visualizar fenómenos que hasta entonces se desconocían. Actualmente los científicos checos participan asimismo en dos proyectos espaciales, uno promovido por la Agencia Espacial Europea, y otro por la NASA estadounidense.

Autores: Ivana Vonderková , Tereza Kadrnožková
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