Científicos checos en el bosque tropical

Foto: archivo de Academia de Ciencias

Desde hace 20 años, un equipo de científicos checos ha estado estudiando los insectos en los bosques tropicales de Papúa Nueva Guinea. Hace poco, han recibido 3 millones de euros del Consejo de Estudios Europeos para estudiar la influencia de los insectos en la vegetación del bosque, en Nueva Guinea, Japón, Panamá o Ghana. El proyecto incluye la colocación de una grúa en el bosque tropical de Nueva Guinea para explorar la vegetación.

Vojtěch Novotný,  foto: Academia de Ciencias
Aunque la República Checa no cuenta con bosques tropicales y tampoco tiene historia colonial en países que sí los tengan, varios científicos checos se dedican a la investigación de estos ecosistemas. Su trabajo constituye un gran aporte a la teoría ecológica y a la conservación de especies en general. El director de la investigación, Vojtěch Novotný, de la Academia de Ciencias, lo explica de la siguiente manera.

"Los astrónomos no sólo investigan las estrellas del cielo de República Checa, sino que miran todo el universo, por tanto los biólogos checos tenemos que investigar en todas partes".

El profesor Novotný cuenta cómo la investigación de los bosques tropicales es beneficiosa también para entender el funcionamiento de las zonas forestales en la República Checa.

"Nuestro ecosistema puede explicarse como una versión simplificada del tropical. Si entendemos la complejidad del sistema tropical, podremos deducir la dinámica de nuestro propio sistema, y aún estamos lejos de comprender las interacciones entre plantas e insectos en nuestros propios bosques".

"Nuestro ecosistema puede explicarse como una versión simplificada del tropical. Si entendemos la complejidad del sistema tropical, podremos deducir la dinámica de nuestro propio sistema..."

El estudio tiene como objetivo la comprensión de las selvas tropicales, en los que cada árbol está poblado por una especie de insectos diferente, y eso es lo que descoloca a los investigadores, puesto que la teoría ecológica explica que las especies más avanzadas desplazan a otras, algo que sí ocurre en los bosques europeos, donde hay tres especies dominantes que desplazan a las demás. La cuestión principal que los científicos tratan de desmadejar es por qué en la jungla no hay especies dominantes.

Otro de los objetivos del proyecto es especificar el número de insectos que hay en todo el mundo, pero el profesor Novotný confiesa que es muy complejo puesto que hay muchas especies que no se conocen ni en los bosques tropicales, ni globalmente.

"Simplemente no sabemos cuántas especies de insectos hay en los bosques tropicales locales y cuántas hay globalmente. Nuestros estudios son extrapolaciones y estimaciones. Estamos muy lejos de catalogar todas las especies".

Foto: archivo de Academia de Ciencias
El dinero recibido por el equipo de investigación va a ser destinado a observar las interacciones entre plantas e insectos en los bosques. El objetivo es descubir cómo responden los insectos a los cambios que se producen en la vegetación y cómo la vegetación influye en la composición de la flora.

"Estamos intentando contestar la cuestión de en qué medida son importantes los insectos, qué pasaría si en un bosque, de repente, desaparecieran todos los insectos, ¿sería todo igual, o el bosque cambiaría completamente?"

El profesor Novotný comenta que en las copas de los árboles ocurren las cosas más importantes, aunque ahí realizar medidas y experimentos es complicado y por ello está trabajando en la construcción de plataformas en lo alto de los árboles desde las que poder investigar algunas hectáreas del bosque con más comodidad.

Investigando con la ayuda de los indígenas

"En mayo hará 20 años que trabajamos fuera. Empezamos a pequeña escala y al principio las estancias en el extranjero eran cortas, pero una cosa llevó a la otra y terminamos construyendo una estación de estudio relativamente grande y convirtiendo esta zona en nuestro principal foco de investigación".

Foto: archivo de Academia de Ciencias
Novtoný aprecia mucho la cooperación con los locales, primero porque el país reconoce que los indígenas son los propietarios de los bosques y segundo porque los conocen mejor que nadie y sin su ayuda, aunque el gobierno lo permita, sería imposible investigar. Novotný también destaca la importancia de intercambiar elementos culturales y recalca lo positivo de combinar la educación formal de los biólogos y ecólogos con el conocimiento 'no formal', pero imprescindible, de los habitantes locales.

El profesor Novotný relata que las enfermedades tropicales obviamente representan un riesgo cuando se trabaja en este tipo de países porque son biológicamente muy ricos, incluyendo a los parásitos, pero aún así el investigador resta importancia a esta cuestión, puesto que la medicina puede hacer frente sin problema a estas enfermedades, aunque claro está, que padecer algún tipo de enfermedad tropical es una probabilidad.

El profesor viajará pronto a Papúa Nueva Guinea y afirma que para él será como ir de nuevo a la oficina.