Chequia supervisará la entrega de munición a los kurdos sobre el terreno
El ministro de Relaciones Exteriores checo, Lubomír Zaorálek, viajará la próxima semana a Irak a negociar en persona la entrega de un millón y medio de euros en munición a las milicias kurdas. El político no descarta negociar también la venta de armas al gobierno iraquí.
Debido a la importancia de la remesa y a las condiciones excepcionales en las que tiene lugar, el ministro de Relaciones Exteriores checo, Lubomír Zaorálek, viajará a Irak en persona para negociar la entrega con las autoridades kurdas en Bagdad y en la capital del Kurdistán iraquí, Erbil.
Zaorálek justifica la intervención checa debido al carácter insólito y potencialmente peligroso del llamado Estado Islámico.
“Por primera vez en la historia somos testigos de cómo un grupo terrorista se ha transformado en algo que se parece a un estado. Algo así no había pasado nunca. Si miramos por ejemplo a Al-Qaeda, parasitaba por ejemplo a los talibanes, pero no contaba con un territorio. Ahora este grupo terrorista tiene a su disposición grandes fuentes de financiación, incluso tiene una tecnología militar relativamente sofisticada, de un nivel que no habíamos visto en un grupo así. Dispone incluso de generales, los antiguos generales del partido Baaz”.El canciller checo se reunirá también con las autoridades iraquíes para negociar una posible venta de armas convencional y, según sus palabras, contribuirá a crear presión para que surja un nuevo gobierno más inclusivo “que no repita los errores del pasado”, haciendo referencia a la legislatura de Nuri Al-Maliki, que al apartar a los sunitas del poder facilitó la unión de estos con los yihadistas.
De acuerdo con Zaorálek, el problema que supone el estado yihadista no es únicamente militar, sino también político, al ser su germen el estado disfuncional establecido en Irak tras la retirada de las tropas ocupantes de Estados Unidos y sus aliados.
La República Checa no es el único país europeo que ayudará militarmente a los kurdos. La vecina Alemania, rompiendo su tradición de no enviar armamento a países en conflicto, entregará al Kurdistán iraquí unos 2,5 millones de euros en armas y municiones. También contribuirán Gran Bretaña e Italia, así como Estados Unidos, país que por cierto se encargará del transporte de las armas checas hasta su destino.