Chequia pasa a ser un país de vehículos antiguos
La compra de automóviles de segunda mano está muy extendida en Chequia. Este año se vendieron unos 127.000 coches antiguos.
”Los automóviles de segunda mano son una solución más económica para las personas que desean comprar un coche pero no tienen dinero suficiente para adquirir uno nuevo. El precio es el factor decisivo en el caso de la mayoría de nuestros clientes”.
La mayor parte de los vehículos de segunda mano que se venden en el mercado checo provienen del extranjero y tienen más de diez años de antigüedad.
Según indica Josef Suda, de la ciudad de Tábor, en Bohemia del Sur, quien importa este tipo de coches, muy a menudo llegan clientes que desean pagar lo menos posible, al tiempo que exigen que el coche viejo tenga un alto estándar.
”Son muchas las personas que buscan un automóvil a bajo precio que tenga permiso técnico de circulación para un par de años al menos. Éstas son conscientes de que el tiempo de vida de ese coche se acaba. Pero también tenemos a clientes que están dispuestos a pagar por un coche de segunda como máximo entre 1.200 y 1.600 euros, pero exigen que el automóvil tenga las mejores cualidades, como si fuera nuevo”.
Desde comienzos de este año se vendieron en el mercado checo unos 127.000 automóviles de segunda mano, unos 3.000 más que durante el mismo periodo del año pasado. El número global de automóviles en la República Checa a finales del año pasado fue de más de 5 millones de unidades.Mientras que los ecologistas se quejan de que los vehículos antiguos contaminan demasiado, los economistas coinciden en que en vista de la actual situación económica que vive un elevado número de personas, difícilmente se podrá impedir la venta de los automóviles de segunda mano. Al mismo tiempo admiten la posibilidad de que los propietarios de los automóviles antiguos importados deban pagar una suma determinada por su circulación, según sostuvo Petr Vaněček, de AAA Auto.
”Cuanto más antiguo sea el coche que se importe a la República Checa, tanto más elevada teóricamente debería ser la suma financiera que el nuevo propietario del vehículo deba pagar por su circulación a una cuenta del Estado. Con ello compensaría el que su automóvil contamine la atmósfera con su combustión”.
Semejante sistema fue introducido por ejemplo en la vecina Eslovaquia. El Ministerio de Transportes checo realiza actualmente un estudio de los impactos de los automóviles de segunda sobre el medio ambiente y la introducción de pagos extra de acuerdo a su antigüedad.
También se analiza la posibilidad de brindar ayudas a los ciudadanos que decidan comprar un coche ecológico. Hasta el presente los subsidios para la compra de un nuevo automóvil son ofrecidos por el Estado sólo a personas autónomas e instituciones de administración pública.