Chequia expulsa a dos diplomáticos ucranianos
Dos funcionarios de la embajada de Ucrania en Praga han sido expulsados del país en respuesta por una decisión similar del Gobierno de Kiev la semana pasada, que acusó a dos diplomáticos checos de espionaje. Praga niega esa versión y piensa que tras la decisión de Ucrania hay otras razones de tipo político.
Vít Kolář, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores checo, explicó de forma escueta la decisión tomada por Praga.
“Uno de los principios de la diplomacia es la reciprocidad, pero en este momento no vamos a hacer comentarios sobre ninguna decisión”.
El ministro de Relaciones Exteriores checo, Karel Schwarzenberg, fue más explicito cuando opinó sobre qué había motivado a Kiev a tomar la decisión. Aunque sin citarlo directamente, hizo referencia a haber otorgado asilo político en Chequia al ex ministro de Economía ucraniano, Bohdan Danylyshyn, el pasado invierno. Danylyshyn era requerido por la justicia ucraniana, pero Chequia consideró que era perseguido por intereses políticos y no por un delito real.Las tensiones diplomáticas de Praga hasta ahora habían sido más bien con Rusia y con Bielorrusia. De hecho, el Ministerio de Relaciones Exteriores lamentó en su nota de reacción a la expulsión de los diplomáticos checos que ésta se produjera en un país amigo.
El experto en relaciones diplomáticas Josef Pazderka opina que con el nuevo Gobierno de Kiev, las relaciones con Chequia han empeorado.“La llegada a la presidencia y al Gobierno el año pasado de Víktor Yanukóvich y su partido, que están muy orientados hacia Rusia, ha cambiado las cosas. No podemos saber si el asilo político concedido en Chequia al ex ministro ucraniano de Economía ha influido en esta decisión, pero desde luego de ayuda no ha servido”.
Los servicios secretos ucranianos niegan que el caso tenga nada que ver con el ex ministro Danylyshyn y presentaron videos, que subieron incluso a You Tube, que supuestamente delatan a los diplomáticos checos cambiando dinero por información. Según Kiev, estas dos personas, que trabajaban en la agregaduría militar checa, habrían estado recabando datos sobre tecnología militar de Ucrania considerada como secreto de Estado.
Para Chequia, sus dos funcionarios realizaban su misión diplomática de acuerdo con la Convención de Viena.