Chequia descarta la adopción del euro antes de 2020

Foto: Comisión Europea

El Gobierno checo ha decidido no emprender medidas conducentes a la adopción de la moneda única durante esta legislatura, al considerar que la situación de la Eurozona no es todavía propicia. Tampoco entre la oposición se escuchan llamados a la entrada en el euro, por lo que esta tendría lugar como muy pronto en 2020.

Bohuslav Sobotka,  foto: ČT24
La reciente crisis de la Eurozona, con la permanencia en ella de Grecia en la cuerda floja, ha llevado a los políticos checos a la máxima cautela en cuanto a la entrada del país en el euro. La coalición de Gobierno, en principio favorable a la moneda única, ha decidido esta semana no iniciar el proceso de entrada en la zona euro, tal como anunció en rueda de prensa el primer ministro, el socialdemócrata Bohuslav Sobotka.

“No se establecerá una fecha de adopción del euro. Esto se relaciona con el acuerdo de coalición que tenemos. La coalición no está preparada para fijar un término a la entrada en el euro. Tenemos un fuerte crecimiento económico, es cierto, pero necesitamos varios años más para que nuestra economía esté preparada para nuevos movimientos en dirección a la moneda única”.

Foto: Comisión Europea
Tampoco desde la oposición hay una especial prisa para que el país entre en la Eurozona. El Partido Comunista y el Partido Cívico Democrático son de carácter más bien euroescéptico y el conservador TOP 09, aunque eurófilo, prefiere esperar a que la situación en la zona euro se estabilice.

Incluso el presidente de la República, Miloš Zeman, habitual defensor del euro, ha declarado recientemente que la República Checa debería esperar primero a que se resuelvan los problemas con Grecia. Lo mismo, en términos más técnicos, ha expresado el Banco Nacional.

Precisamente es el problema griego el que ha generado desconfianza en Chequia respecto a la capacidad de la moneda única de comportar estabilidad y crecimiento. El país vuelve así al plan original de sustituir la corona por el euro a partir de 2020.

Otra cuestión es si, en vista de lo sucedido durante la crisis financiera internacional, es deseable o no que el país pierda la capacidad de devaluar su moneda para salir de aprietos económicos. De acuerdo con el asesor externo del Ministerio de Finanzas Aleš Michl, es necesario observar la experiencia a largo plazo de otros países como Letonia, que entró en el euro en 2014.

Aleš Michl | Foto: Anna Duchková,  Český rozhlas
“Cuando se haga balance se verá en qué forma ha ayudado. Ahora seguramente está contribuyendo al crecimiento económico. Pero estas cosas se saben en los peores momentos, cuando la economía está realmente en el fondo y hay un alto desempleo. Entonces hay que utilizar algún tipo de mecanismo para sacarla de allí. Grecia siempre confió en la devaluación de su moneda, lo mismo Italia. En esos casos hay dos opciones, o devaluar la moneda o reducir los gastos, y los sueldos. Pero en Europa no estamos acostumbrados a reducir los sueldos, luego hay huelgas y eso no nos gusta”.

La República Checa cumple actualmente todos los criterios de convergencia, según ha informado el Banco Nacional, y solo necesitaría pasar dos años en la zona de transición conocida como ERM-2, en la que se fijaría un tipo de cambio más o menos fijo entre la corona checa y el euro.