“Chequia debe centrarse en la minería para no depender del gas ruso”
La economista Danuše Nerudová apunta que la única manera de que los ciudadanos checos puedan asumir las facturas energéticas es cambiando la estrategia y ampliando la actividad minera. La adopción del euro también ayudaría a la economía checa en estos momentos.
Las cosas ya eran difíciles para la economía de la República Checa antes de la guerra con Rusia, pero ahora, con este conflicto y las sanciones, muchos checos ya se están preparando para un aumento masivo de los precios.
Radio Praga Internacional ha hablado con la economista Danuše Nerudová sobre las posibles medidas que el gobierno puede tomar para ayudar a los ciudadanos a hacer frente a los costos energéticos.
Según la experta, el principal impacto económico del conflicto ucraniano para la República Checa es el aumento de los precios del gas natural y del petróleo crudo. Nerudová remarca que es especialmente en los precios del gas donde más se está notando la escasez de combustible fósil, que están alcanzando su máximo en los últimos 13 años.
Por esta razón, la economista espera que las autoridades asuman medidas como la disminución de los impuestos especiales sobre el petróleo, algo que podría ayudar a regular el mercado energético.
Además, la corona checa también está perdiendo fuerza frente al euro, algo que para Nerudová puede ser el golpe final para que el país adopte la moneda única y se sume a la Eurozona.
“Realmente espero que la caída de la corona checa acelere la discusión sobre el euro en la República Checa, porque esa es la solución más fácil. El jueves, el Banco Nacional Checo comenzó a intervenir en los mercados para mantener el tipo de cambio de la corona checa. Pero la solución a largo plazo es la adopción del euro para la República Checa”.
La economista apunta que, si no se ha hecho antes, es porque no ha habido voluntad política para ello. Por esta razón, Nerudová opina que el conflicto en Ucrania puede romper el hielo y empezar a introducir la idea del euro en la mente de muchos parlamentarios. Desde su punto de vista, adoptar la moneda única es imprescindible para la República Checa. Según explica, la corona está frenando la economía porque se percibe como una moneda del este, y en este momento los inversores no creen en las monedas orientales.
Sobre la política energética del país, Nerudová comenta que los planes para dejar de producir carbón tendrán que pararse temporalmente, porque la economía checa no puede subsistir en este momento sin centrales nucleares y sin minas. No obstante, el conflicto en Ucrania puede acelerar la transición verde en Europa, asegura.
“Creo que es muy probable que la implementación del Green Deal se acelere debido al conflicto de Ucrania. Sin embargo, es necesario decir que la República Checa no puede cambiar sus fuentes energéticas de la noche a la mañana, especialmente ahora. Creo que el período de extracción de carbón tendrá que prolongarse para que la República Checa pueda independizarse del gas ruso”.
La inflación de los precios prevista para este 2022 apuntaba en enero del 8% al 9% en el país. No obstante, con la guerra en el horizonte, Nerudová cree que va a subir bastante más, hasta por encima del 10%. Esto está afectando la vida de las personas, los precios de la energía y también las hipotecas, ya que el tipo de interés está subiendo. Por ello, la experta asume que serán unos meses difíciles, también en lo que se refiere a los alimentos.
“Por lo tanto, podemos esperar un gran impacto en la vida cotidiana de los checos, y también en los alimentos básicos. Obviamente, esto está muy influido por el conflicto en Ucrania. Además, habrá escasez de trigo en Europa y especialmente, por su baja capacidad adquisitiva, en los países subsaharianos”.
En lo que se refiere a la mano de obra checa, la experta resalta el problema de que muchos hombres ucranianos que trabajan en la República Checa se vayan a su país a luchar. Por otro lado, no obstante, hay una gran afluencia de refugiados, algo que, en la opinión de Nerudová, beneficiará mucho a la economía. Explica que es una gran oportunidad para el mercado laboral, ya que la nueva mano de obra podrá reemplazar a los que se van y ayudará a la economía checa a transformarse y a tener mayor valor agregado.