Chequia, bajo presión para regular la economía compartida
La economía compartida se ha extendido bastante rápido en la República Checa y especialmente en la capital Praga, como lo atestigua el éxito de las aplicaciones Airbnb y Uber.
El gobierno checo ha estado estudiando este problema desde hace más de un año. Sin embargo, ha estado mirando más arriba y buscando alguna orientación de la Comisión Europea sobre cómo abordar el problema. En teoría, una regulación superficial parecía más probable que fuera respaldado por Bruselas, pero a los taxistas de Praga y, en menor medida, a los hoteles, les gustaría ver algo más contundente.
El gobierno checo tenía pensado plantear su posición sobre la economía compartida después de las elecciones a la cámara baja del parlamento en octubre. El concepto es hasta ahora virtualmente desconocido para la ley checa, con ministros y funcionarios rascándose la cabeza sobre la posición a tomar.
Ese calendario podría adelantarse en cierta medida con una reunión de emergencia ahora convocada para el jueves, como resultado de las amenazas y protestas de los taxistas oficiales.