Chequia aplica las primeras vacunas contra el coronavirus
La vacunación contra el COVID-19 ha comenzado en Chequia. Mientras que las primeras dosis están designadas a grupos específicos de la población, una vez que el suministro así lo permita, el Gobierno planea vacunar a hasta 50 000 personas al día.
Chequia ha recibido casi 10 000 dosis de la vacuna contra el COVID-19. Las vacunas de las empresas Pfizer y BioNTech llegaron a Chequia el 26 diciembre y fueron entregadas a cuatro hospitales de Praga y dos de Brno. Estos comenzaron a aplicarla el domingo. Los primeros en recibir la vacuna fueron el primer ministro, Andrej Babiš, y Emílie Řepíková, veterana de la Segunda Guerra Mundial. En estos días, las dosis están siendo aplicadas a dos de los grupos más vulnerables ante el coronavirus: el personal sanitario y las personas mayores que se encuentran hospitalizadas.
Antes de recibir la primera dosis, Andrej Babiš afirmó que espera que, gracias a la vacuna, el país pueda volver a la vida normal y recuperarse del peor año de la historia moderna checa. Informó asimismo que el Gobierno había conseguido incrementar la cantidad de dosis que serían entregadas a Chequia de esta vacuna.
“El total es de 15 901 720 vacunas para 8 953 849 ciudadanos. Es más de lo que se había publicado hasta el momento. Hemos aprovechado una opción de Pfizer y BioNTech y hemos asegurado la entrega de cuatro millones de vacunas más”.
Se cuenta con recibir unas 355 000 dosis de la vacuna de Pfizer y BioNTech antes de que termine enero que serán aplicadas en hospitales de todo el país.
No obstante, para el futuro, el Gobierno prevé que la vacunación de la población en general podría realizarse también en consultorios médicos, como afirmó el ministro de Salud, Jan Blatný, este domingo.
“Una vez que sean entregadas más dosis, serán vacunadas cada día decenas de miles de personas. La vacunación se realizará en más de 200 sitios a los que se sumarán, con el tiempo, los consultorios de unos 5000 médicos de cabecera”.
La aplicación de la vacuna contra el COVID-19 no difiere de otras vacunas. El paciente entra en el consultorio, el médico evalúa su anamnesis para identificar posibles alergias u otros problemas, y después aplica la vacuna. Tras la vacunación, el paciente debe permanecer entre unos 15 y 30 minutos en la sala de espera, por si acaso registrara alguna reacción negativa. Finalmente, el paciente recibe una certificación que indica el lote de producción de la vacuna y también la fecha de aplicación de la segunda dosis. El director del hospital de Motol de Praga, Miloslav Ludvík, estima que todo el proceso puede tardar unos 45 minutos.
En vista de la futura participación de los consultorios, la Asociación de Médicos de Cabecera ha analizado la capacidad del personal sanitario, según afirmó su presidente, Petr Šonka, para la Radio Checa.
“Procuramos analizar las posibilidades de los médicos de cabecera para establecer qué capacidad pueden dedicar a la vacunación sin que se vean perjudicados los cuidados regulares que ofrecen. La vacunación de unos diez pacientes al día cumpliría con esta condición. Es realizable sin perjudicar el trabajo diario de los consultorios. Por supuesto, habrá días en los que será posible vacunar a más personas”.
De acuerdo con Šonka, es difícil predecir cuándo se iniciará la vacunación en los consultorios, ya que las vacunas que podrían ser aplicadas por los médicos de cabecera no han sido autorizadas todavía. No obstante, el primer ministro Babiš estima que la totalidad de las vacunas podría ser aplicada de aquí a finales de septiembre.
Con la tercera ola del coronavirus a la vista y las restricciones gubernamentales que han limitado la vida en Chequia en plena Navidad y celebraciones de fin de año, muchos esperan que la vacunación permita una vuelta a la vida normal.
El índice de riesgo del sistema antiepidémico PES descendió a 71 puntos el domingo y se mantiene en el mismo valor este lunes. Sobre la escala creada por el Ministerio de Salud, el índice corresponde al nivel cuatro de riesgo. La mejora del índice fue posible gracias a una disminución del número reproductivo, que, de acuerdo con los últimos datos del Ministerio de Salud, se sitúa en 0.89. No obstante, otros de los parámetros utilizados para calcular el índice PES, como el número total de contagios o el ritmo de propagación del virus entre la población mayor, muestran una tendencia menos favorable.
A pesar de que el domingo se registraron 3732 nuevos casos de COVID-19, una cifra relativamente baja en comparación con los días precedentes, Ladislav Dušek, director del Instituto de Información y Estadísticas Sanitarias, advierte que los últimos datos pueden crear una imagen engañosa.
“Dado que en Navidad disminuyó la cantidad de pruebas realizadas, lógicamente, al evaluar la dinámica de la pandemia, bajó asimismo el número reproductivo. Porque este calcula un cambio relativo que se da entre dos periodos de tiempo. No obstante, estoy casi seguro de que, después del fin de semana, crecerá el número de pruebas realizadas y casos positivos”.
En Chequia se aplican desde el domingo las restricciones correspondientes al nivel cinco del sistema antiepidémico. Estas implican un nuevo cierre de comercios y pueden permanecer abiertos solo los que venden productos esenciales. Han cerrado también numerosos servicios y los restaurantes y bares solo pueden vender por medio de ventanillas. Puede reunirse un máximo de dos personas y el toque de queda se inicia a las 21 horas. Han cerrado museos, galerías, cines y teatros y la mayoría de eventos culturales ha sido cancelados.
En cuanto al deporte, continúan las competiciones profesionales, pero las actividades de ocio en interiores se han visto interrumpidas, mientras que en exteriores solo se pueden juntar a hacer deporte dos personas. Las estaciones de esquí, por tanto, tuvieron que cerrar sus instalaciones apenas nueve días después de que echaran a andar.