Chequia a la espera de turistas

Puente de Carlos, foto: Anastasiia Voitenko, Unsplash / CC0

La pandemia del coronavirus ha asestado un duro golpe al sector del turismo en la República Checa. Se trata de la mayor crisis en la historia moderna del país y nadie se atreve a vaticinar cuándo empezará la recuperación.

Los expertos en turismo han sabido calcular con gran precisión el volumen de las pérdidas causadas por la pandemia. El problema radica ahora en que la crisis ha golpeado al sector de tal manera que, a pesar de los diferentes guiones de recuperación, se desconoce cuáles segmentos tienen la posibilidad de recuperarse más rápido.

La Ciudad Vieja de Praga vista desde la Torre del Ayuntamiento Viejo,  foto: Tiia Monto,  Wikimedia Commons,  CC BY-SA 4.0

El año pasado se alojaron en hoteles, pensiones y otras instalaciones, menos de 11 millones de turistas, lo que representa un 50% menos que el año anterior, según indica la Oficina de Estadísticas Checa.

Las restricciones contra la pandemia del coronavirus afectaron en mayor medida a la ciudad de Praga, simplemente los turistas extranjeros no hicieron acto de presencia, según dijo a la Radio Checa, Pavel Vančura de la Oficina de Estadísticas.

“En Praga, la caída del turismo fue de un 73%, pero si hablamos de alojamientos las cifras son aún mayores. La capital perdió más de 13 millones de noches de hotel en términos interanuales”.

Durante la suavización temporal de las restricciones en el verano, el sector del turismo registró una leve recuperación, pero la reintroducción de las limitaciones durante más de 120 días provocaron el desplome del sector el año pasado.

Foto: Paul Sableman,  Flickr,  CC BY 2.0

La gran pregunta del momento es cuándo se podrán relajar las medidas restrictivas, de tal forma que se reanuden los viajes, que vuelvan a funcionar de manera más holgada los aeropuertos y por supuesto que las líneas aéreas reactiven sus vuelos.

El economista jefe de BH Securities, Štěpán Křeček, dijo a la Televisión Checa que hay dos variantes posibles. Una es muy optimista, sugiere que la recuperación del sector puede empezar en el año 2022. La otra es más pesimista: la renovación llevará muchos años.

Ivan Čech director del aeropuerto internacional de la ciudad de Pardubice, dijo a la Radio Checa que considera que la estabilización del transporte aéreo puede llevar de entre tres a cinco años. Tomará tanto tiempo recuperarse de las consecuencias de una pandemia de coronavirus, así que su tarea es preparar el terreno para cuando sea posible el regreso a las rutas aéreas a las que estaban acostumbrados los pasajeros antes de la crisis, indicó.

“Mantenemos negociaciones para la ampliación de las rutas con líneas aéreas como Ryanair y Swissair. También estamos interesados en reanudar las conexiones con Rusia utilizadas por los turistas que visitaban la región de Pardubice”.

Aeropuerto de Pardubice,  foto: Jitka Slezáková,  ČRo

El guion más pesimista indica que las líneas aéreas se han apoyado siempre en los viajes de negocios de los ejecutivos de las empresas, más que en los viajeros de la clase económica. En la práctica esto significa que la clase ejecutiva se ha amoldado a las restricciones y llevan a cabo sus reuniones en línea y no volverán a los aviones tan rápido como lo desearían las líneas aéreas.

Algunos analistas sostienen que una de las consecuencias de la pandemia será un cambio en la manera de viajar, al menos en los próximos años hasta que se regrese a las condiciones que existían en el año 2019.

El economista jefe del banco ČSOB, Petr Dufek, así como otros analistas asume que los viajes en clase comercial se recuperarán muy lentamente, ya que las reuniones de los ejecutivos han sido reemplazadas por negociaciones a través de las variadas plataformas de comunicación. Dufek ve la renovación del turismo de congresos como uno de los últimos segmentos de recuperación.

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