Checos estiman que renuncia de Fidel Castro no representará cambio alguno
La noticia sobre la renuncia del gobernante cubano Fidel Castro provocó una serie de reacciones entre los políticos checos que coinciden en que esa salida formal no representará ningún cambio político.
La activista pro Derechos Humanos, Pavla Holcová, de la organización humanitaria checa Hombre en Emergencia subrayó que a pesar de su renuncia Fidel Castro no perderá protagonismo.
“Fidel Castro ha sido y sigue siendo un símbolo tan fuerte en la sociedad cubana que difícilmente podemos creer que realmente vaya a dejar de participar o influir en el acontecer político de la isla”, indicó HolcováDespués de la derrota del comunismo en Checoslovaquia en 1989, las relaciones entre Praga y La Habana se deterioraron hasta llegar a su punto más bajo.
En la declaración oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa se dice que aunque se trate de una medida formal, que confirma el estado de las cosas en Cuba, la Cancillería no pierde la esperanza de que Cuba avance pronto por el camino de los cambios políticos y económicos que conduzcan a la liberación de los presos políticos y al iniciio del diálogo con la oposición.
La detención y encarcelamiento de los ciudadanos che En la declaración oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de la República Checa se dice que aunque se trate de una medida formal, que confirma el estado de las cosas en Cuba, la Cancillería no pierde la esperanza de que Cuba avance pronto por el camino de los cambios políticos y económicos que conduzcan a la liberación de los presos políticos y al iniciio del diálogo con la oposición.
Jan Bubeník indicó que la situación en Cuba le recordó los peores años del comunismo en la Checoslovaquia de los años 50.
“En la prisión cubana pude ver cosas que me recordaron los documentales de las cárceles checoslovacas de los años 50. Los presos políticos no podían dormir. Les mantenían la luz encendida las 24 horas y si alguien se dormía de inmediato lo llevaban a la sala de interrogatorios”, sostuvo Jan Bubeník.
Por su parte, el antiguo ministro de Finanzas, Ivan Pilip, indicó que entiende que la renuncia de Fidel Castro se dio por razones de salud, pero que de ninguna manera se trata de una señal de cambio político hacia la democracia.
Coincidiendo con la postura de los checos, el periodista independiente y ex preso político cubano Oscar Mario González, subrayó desde La Habana que Fidel Castro seguirá influyendo en las decisiones del nuevo Gobierno.“Yo lo que avizoro es un Fidel Castro constituido en un poder detrás del trono. Su fantasma será decisivo para las medidas o los pasos que pueda dar el nuevo Gobierno” aseguró el opositor cubano.
Los políticos y especialistas checos insisten en que los cambios en Cuba empezarán cuando tenga lugar una verdadera transición del totalitarismo a la democracia.