ČEZ abandona negociaciones para la creación de una alianza estratégica con Eslovaquia
Las conversaciones sobre la posible participación de Rusia en un proyecto para la puesta en marcha de dos reactores nucleares con la empresa checa ČEZ en Eslovaquia se han derrumbado. El tema aquí no es Temelín ni una represalia checa contra la intervención rusa en Ucrania, sino de Eslovaquia y una joint venture malograda de ČEZ con el gobierno eslovaco.
El Ministerio de Economía eslovaco y la empresa nuclear JAVYS de Eslovaquia confirmaron que a pesar de las concesiones finales del año pasado por parte de Rusia, las conversaciones sobre la posible compra de participaciones se han venido abajo y no hay indicios de que puedan reanudarse.
Rosatom había anunciado a finales de diciembre que ya no exigía garantías sobre los precios futuros de la electricidad en Eslovaquia, pero que quería algunas garantías de que el proyecto arrojaría ciertos beneficios.Un acuerdo a tres bandas entre Rosatom, ČEZ propiedad del Estado checo y el Gobierno eslovaco no se ve muy prometedor por el tema de la seguridad energética, sobre todo ahora en medio de la crisis de Ucrania.
El gigante de la energía Checa originalmente firmó el acuerdo con Eslovaquia en 2009, cuando los precios de la electricidad eran dos veces más altos que ahora y la demanda parecía que iba a elevarse. La eventualidad de salir de la empresa conjunta apareció cuando ČEZ decidió que concentraría todos sus esfuerzos en la construcción de dos unidades nucleares para la central checa de Temelín.
El primer ministro eslovaco, Robert Fico, no pierde la esperanza y sigue siendo entusiasta con el proyecto nuclear. Está decidido a debilitar al principal productor de electricidad de Eslovaquia: Slovenské Elektrárne ( SE).Con el 66 por ciento de las acciones en manos de la compañía italiana ENEL la empresa protagonizó frecuentes enfrentamientos con Fico por excesos de presupuesto y un elevadísimo costo en la fabricación de dos reactores nucleares.