Čeština 2.0, un genial diccionario de neologismos checos

Foto: Jan Melvil publishing

Luego de escuchar en el tranvía una expresión nueva, Martin Kavka decidió crear en 2009 una página web colaborativa que hoy cuenta con 18000 palabras. Se llama Čeština 2.0 y tiene una versión impresa con una selección ilustrada de esas expresiones. En esta entrevista el autor de esta gran idea nos cuenta por qué los neologismos dicen tanto del checo y de los checos, y cuáles fueron los principales aportes durante el coronavirus.

Foto: Jan Melvil publishing
Escuchar conversaciones ajenas puede ser, para algunos, un gesto desconsiderado. Sin embargo, para muchas personas significa, simplemente, una fuente de inspiración. Ese parece ser el caso del periodista y editor Martin Kavka quien, hace ya más de diez años, tuvo una revelación al escuchar un diálogo durante un viaje en el transporte público de Praga.

“La idea surgió en el tranvía. Escuché a dos chicas hablando sobre el novio de una de ellas. Y una de las chicas dijo sobre él que era una “sračkogan” (unión de las palabras “porquería” y “tobogán”). Y en el contexto de esa conversación, significaba que él decía muchas malas palabras. Así que anoté esa expresión que no conocía y escuché por primera vez. Y esa fue la primera que escribí. Luego comencé a agregar más de esas palabras, de a poco, a medida que se me ocurrían. Pero esa fue la primera, y la que estuvo siempre detrás de toda la idea”.

"Se han agregado 1800 palabras desde el comienzo del año, y más de 300 de ellas se refieren al coronavirus”.

Cuenta Kavka que eso sucedió en algún momento en 2008 pero recién crearía el sitio en 2009. La página terminó de tomar forma cuando varios amigos le aconsejaron abrir la participación a todo el mundo o, al menos, a cualquier hablante de checo. Enseguida aceptó la propuesta porque le encantó la idea de no ser el único encargado de buscar nuevas palabras. De a poco el sitio se fue haciendo conocido a tal punto que hoy actualiza alrededor de 50 vocablos por semana entre neologismos y expresiones coloquiales de moda que pueden provenir de la política, la televisión, el mundo empresarial, el arte o las redes sociales.

Cada palabra cuenta con una breve definición, un ejemplo de uso y la reacción de los usuarios que la evalúan con sus me gusta y no me gusta. Pero además la página web tuvo una versión física en libro que no solo generó mucho interés entre los lectores sino que también sirvió para difundir aún más el diccionario on-line.

Martin Kavka,  foto: YouTube
“El libro tuvo un gran impacto en Čeština 2.0 como tal, y por otro lado provocó un debate sobre el idioma checo en el espacio público, lo que también creo que es genial. Porque el checo ha sobrevivido durante mucho tiempo como una materia escolar muy aburrida. La gente no suele hablar de manera apasionada sobre checo, no es como el fútbol”.

Kavka considera con orgullo que la combinación entre la página web y la publicación del libro hizo que la gente empezara a discutir de manera más activa y apasionada sobre el checo porque la incorporación de nuevas palabras al idioma obliga a reflexionar, por ejemplo, sobre sus límites y alcances, y eso es algo que él disfruta mucho.

“Y el impacto en Čeština 2.0 fue enorme porque expandió significativamente el conocimiento y la comprensión del sitio. Y gracias a eso, cada vez más empezaron a contribuir. Y se agregaron muchas palabras luego de la publicación del libro. De hecho, ayudó a crear más neologismos, creo que el libro y la página se apoyaron mutuamente, y eso es muy bueno".

El libro incluye una selección de 3000 palabras entre todos los neologismos que, a lo largo de los años, se fueron acumulando en la página web; pero también ilustraciones de muchas de esas expresiones y, tal vez lo más importante, una serie de entrevistas tan interesantes como divertidas a distintas personalidades de la cultura o el periodismo que tienen algo en común: haber adoptado la palabra como una herramienta de trabajo que utilizan, cada día, con entrega y pasión.

Foto: Čeština 2.0
“Me sorprendió la cantidad de gente que se gana la vida con el checo y de tantas maneras distintas. Uno conoce sobre todo a los actores, traductores y escritores. Pero las nuevas tecnologías también han traído nuevas profesiones. Entonces tenemos, por ejemplo, un especialista como Petr Kukal que administra Twitter para instituciones gubernamentales o escuelas como la Galería Nacional, la Universidad Carolina y, en su momento, el Ministerio de Cultura”.

Lo que más le interesa a Kavka de esas nuevas profesiones es que establecen otro tipo de relación con el idioma y suponen, por eso mismo, una habilidad distinta. El límite de 140 caracteres de Twitter, por ejemplo, implica tener buenas ideas pero, al mismo tiempo, saber sintetizarlas.

Otra de las entrevistas que más recuerda Kavka es la que le hizo a la hispanista y traductora Anežka Charvátová. No solo por su relación lúdica con las palabras sino también por traducir un idioma como el español que, en comparación con el inglés o el alemán no es tan frecuente en República Checa y, sin embargo, ejerce cada vez más influencia.

Y, a propósito de influencias, desde hace un tiempo la irrupción del coronavirus tomó gran protagonismo no solo en los medios de comunicación y la vida cotidiana de las personas sino también en las últimas entradas de este novedoso diccionario.

Anežka Charvátová | Foto: Tomáš Vodňanský,  Český rozhlas
“Hay una cantidad increíble de esas palabras. Para ponerlo en contexto: se han agregado 1800 palabras desde el comienzo del año, y más de 300 de ellas se refieren al coronavirus”.

Según Kavka, esas incorporaciones léxicas reflejan muy bien la manera de ser de los checos. Porque a pesar de las preocupaciones, el lenguaje siempre deja un espacio para el humor, la sonrisa y el ingenio, es algo inevitable. Y agrega que además de los prefijos coro- y corona- que se añadieron a muchas palabras también le pareció muy divertida la aparición de expresiones como “domlázká” en lugar de “pomlázka” (uno de los principales símbolos checos de la Pascua), que dio cuenta de la obligatoriedad de pasar esa fecha en casa. También disfrutó mucho “rouškoleda”, juego de palabras entre “koleda” (“villancico”) y “rouška” (“mascarilla”) y “naroušitel”, en referencia a la persona que transgrede el uso obligatorio de la mascarilla.

Aunque divide su cariño entre los 18000 neologismos que ya tiene la página, Kavka no oculta su preferencia por la palabra "kmetflix", algo así como “televisión para la tercera edad”. Pero aclara que la vigencia de esos neologismos depende mucho de la continuidad del contexto que los originó. Por ejemplo, si el coronavirus desapareciera en un mes, tal vez no recordaríamos en un año por qué usábamos algunas de esas expresiones.

"Me alegra que el checo esté abierto a los neologismos y pueda absorberlos, porque creo que es signo de que el idioma está vivo".

Ahora bien, con tantas palabras de experiencia, ¿cómo define exactamente lo que es un neologismo? En primer lugar, Kavka responde que un neologismo puede ser tanto una palabra completamente nueva como también una vieja expresión a la que se le modifica el significado.

“Y los neologismos surgen de muchas maneras diferentes. Al adoptar idiomas extranjeros, principalmente palabras del inglés, y al nombrar nuevas tecnologías como Facebook, Twitter, Skype, Zoom y otras que están llegando, necesitamos crear nuevas expresiones para comunicarnos. Entonces, los neologismos surgen hoy y surgirán cada día, alabado sea Dios, y han surgido cientos de años antes, por lo que no es nada nuevo bajo el sol, y gracias a eso también se desarrolla el lenguaje. Me alegra que el checo esté abierto a los neologismos y pueda absorberlos, porque creo que es signo de que el idioma está vivo. Mientras podamos aceptar y crear neologismos, el checo sobrevivirá”.

Según Kavka esa apertura del checo hacia los neologismos quizás tenga que ver con que es un idioma medio: ni de los más pequeños ni de los más grandes. Y esa misma característica es lo que le da libertad. Porque, a diferencia de un idioma mundialmente comprensible como el inglés, el checo es hablado por diez millones de personas, quizás veinte millones si contamos todos los extranjeros y quienes intentan aprenderlo. Un número ideal, asegura Kavka, para poder jugar con el idioma, cambiarlo y volver a crearlo una y otra vez. Y su página web que, como el idioma, crece un poco cada día es, sin duda, una muestra cabal de ese sofisticado entretenimiento.