Cerveza, refrescos y licores: las bebidas son cada vez más caras en los pubs y restaurantes checos

El precio de gran parte de las bebidas en la hostelería checa aumenta con respecto al trimestre anterior. La inactividad forzada debido a la pandemia y la inflación, los grandes culpables.

Foto: Lenka Žižková,  Radio Prague International

La firma de análisis de datos SharpGrid monitoreó la actividad de pubs, hoteles y restaurantes en más de 6000 ubicaciones. Así, las cifras hablan de una subida generalizada del precio de las bebidas en la hostelería checa.

Esta tendencia de alza de precios viene motivada por varios factores. Primero, el cese de la actividad de la restauración debido a la pandemia, que generó cuantiosas pérdidas a los empresarios del sector. Con la segunda quincena del pasado mayo llegó una progresiva reapertura: el día 17 las terrazas de los restaurantes, el 31 sus interiores y el 24 ya habían abierto los hoteles. De esta forma, los empresarios ven en el aumento de precios una herramienta que les permita compensar este largo período de inactividad.

Por otro lado, el proceso de inflación que vive el país también conlleva efectos negativos para todos los sectores de la economía nacional.

Foto: Lenka Žižková,  Radio Prague International

Las subidas más pronunciadas se aprecian respecto a las bebidas espirituosas en pubs y restaurantes. Respecto al último trimestre, la ginebra aumentó su precio un 8%, llegando a un promedio de 2,5 euros por un trago de 0,04 litros. El ron subió un 7% y se coloca en casi 3 euros por chupito mientras que el vodka, por ejemplo, aumentó un 4% hasta los 2 euros el trago.

La cerveza, por su parte, experimentó un aumento menor. La bebida checa por excelencia se encareció cerca de un 3%, llegando a un precio de 1,5 euros el medio litro. De hecho, y sorprendentemente, los datos hablan de que la tendencia es la contraria en ciertos puntos. En Pilsen y Zlín la cerveza es incluso más barata.

Foto: Martin Strachoň,  Wikimedia CC BY-SA 3.0

Los refrescos no experimentan aumentos importantes, al menos en pubs y restaurantes, con la excepción de Kofola, la gran perjudicada. De julio a septiembre la marca de cola nacional aumentó su precio en un promedio del 7% hasta los 1,5 euros por medio litro. En este caso, sin embargo, sería una excepción y no la norma.

“La diferencia de precio relativamente grande por litro entre la marca Kofola y marcas como Coca-Cola o Pepsi se debe a una estructura de suministro diferente y un enfoque de mercado diferente. La Kofola a menudo se sirve de barril o embotellada y está disponible principalmente en ciudades más pequeñas y en Moravia”, dijo el cofundador de SharpGrid, Martin Nepraš.

Entre alzas de precios e inactividad, la hostelería nacional busca volver a operar a pleno rendimiento y se consagra a la progresiva recuperación de la afluencia turística.

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