Café a Oscuras: un intercambio entre los que ven y los que no ven

¿Qué se siente al tomar un café en un bar a oscuras sin poder ver a la gente que escuchas a tu alrededor? A esta pregunta responde el proyecto Café a Oscuras, apadrinado por la Radiodifusión Checa. Una propuesta que intenta mostrar cómo es la realidad de las personas ciegas.

Foto: autora
La fundación Luciérnaga de la Radiodifusión Checa fue puesta en marcha para ayudar a la comunidad invidente del país. Café a Oscuras (Kavárna Potmě) es el nombre del proyecto por el que esta organización apuesta ya por séptimo año consecutivo, y que se está llevando a cabo estos días en pleno centro de Praga.

Se trata de una especie de café-bar, en donde se puede tomar tranquilamente un café o un té. Pero eso sí, de una manera un tanto peculiar. Martina Kaderková, directora de este proyecto, explica en qué consiste el Café a Oscuras.

Martina Kaderková
“Café a Oscuras es un proyecto de la fundación Luciérnaga, de la Radiodifusión Checa, y es la séptima vez que lo organizamos. Se trata de un café que hemos puesto en marcha en el centro de la ciudad y todo el mundo puede venir. En realidad, quisimos presentar a la comunidad invidente de una manera inversa, cambiando los papeles. De esta manera, ellos son los que te guían y te sirven el café en la oscuridad. Y aunque no están en el papel de ofrecerte ayuda de manera permanente como nosotros a ellos, te la pueden proporcionar en un momento dado aquí. Es en realidad un intercambio entre las dos partes: los que ven y los que no ven”.

Sobre el funcionamiento de este café, Martina Kaderková añade que es un tanto especial.

“Cuando tú llegas las azafatas ciegas te explican que es lo que te vas a encontrar dentro. Minutos después consigues un guía que te lleva a tu mesa en donde los camareros te sirven el café que está hecho por otros invidentes que también están en el bar. Tiene un sistema especial para pagar. Se trata de monedas especiales que tú puedes usar para pagar dentro del café y luego cambias fuera”.

Además, Martina comenta que ir a Café a Oscuras es una manera de aportar un granito de arena a esta propuesta.

“Venir al Café a oscuras es, en realidad, colaborar con la fundación Luciérnaga, que es el nombre de este proyecto de ayuda a las personas ciegas. Si lo visitas, recibes como obsequio una pequeña taza de Luciérnaga. E incluso puedes comprar otros recuerdos muy bonitos también”.

Ráchel Skleničková, pianista y cantante ciega, quien brindó un concierto el pasado jueves en el Café a Oscuras, resalta la importancia de esta propuesta.

Ráchel Skleničková,  foto: autora
“Luciérnaga es el insecto que ilumina en la oscuridad. Un proyecto que brinda apoyo a la gente invidente. Y amo las acciones que esta organización hace porque francamente soportan la causa creando relaciones entre la gente ciega y la que puede ver. Para las personas que no podemos ver, imagínate qué es la vida. Pero gracias a este proyecto recibimos una dotación económica que nos ayuda y nos apoya. Por ejemplo, ellos me compraron el alfabeto Braille para el ordenador, el cual reproduce canciones en braille. Reproduce lo que aparece en el monitor, entonces es como si pudiese verlo. Aunque bueno, en realidad sólo puedo tocarlo”.

Durante los próximos días, tendrán lugar allí mismo una serie de conciertos llevados a cabo por artistas invidentes. Café a Oscuras tendrá sus puertas abiertas al público hasta el próximo 22 de junio en la calle Ovocný trh, en Praha 1.

Autor: Noelia Rojo
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