Cada vez más turistas checos prefieren hoteles libres de niños

Foto ilustrativa: imagerymajestic, FreeDigitalPhotos.net

Las estancias en hoteles con entrada vetada a los menores son cada vez más populares entre los turistas checos. Mientras que en el extranjero representan una fórmula innovativa para diversificar el negocio, la República Checa no permite administrar este tipo de establecimientos por motivos de discriminación.

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Respondiendo a la demanda de los clientes, las agencias de viajes checas han aumentado su oferta de estancias en hoteles destinados exclusivamente a personas mayores de edad. En los últimos cinco años, el interés de los checos en alojarse en establecimientos libres de niños se ha cuadriplicado.

Evitar los posibles correteos y pataletas pretenden sobre todo las personas mayores que se dirigen a destinos más lejanos como por ejemplo el Caribe. Precisamente esta zona fue la pionera en establecer este tipo de alojamiento, afirma el portavoz de la Asociación de Agencias de Viajes, Jan Papež.

“El Caribe fue influido sobre todo por el mercado estadounidense. No les parece adecuado que los niños sean testigos del consumo del alcohol que además en los hoteles caribeños suele formar parte del programa 'todo incluido'. Simplemente quieren evitar problemas morales relacionados con el consumo del alcohol ante los niños”.

En Chequia se considera discriminatorio

Los hoteles destinados exclusivamente a las personas adultas se han extendido también a los países europeos como Italia y España. La República Checa sin embargo no cuenta con este tipo de establecimientos, explica Jan Papež.

Portavoz de la Asociación de Agencias de Viajes,  Jan Papež. Foto: Matěj Pálka
“Los hoteleros checos no quieren enfentarse a problemas morales. En la República Checa no existe la libertad de empresa bidireccional. El dueño de un hotel es consciente de que el público y los medios de comunicación le condenarían inmediatamente. No creo que en el futuro alquien se atreva a establecer un hotel exclusivamente para los adultos”.

Además, el que prohibiera la entrada a los niños a su establecimiento, violaría la ley, ya que la legislativa checa considera esta actitud discriminatoria. Existen sin embargo casos excepcionales que autorizan al dueño vetar la entrada de los niños a su local, explica la portavoz de la Inspección del Comercio, Jana Jelínková.

“Se trata de los carritos de bebé. Si los parámetros del establecimiento no posibilitan su presencia, es decir, si restringen el paso seguro de los clientes y empleados, el dueño puede prohibir su entrada”.

Los hoteleros tienen también el derecho de expulsar de su establecimiento a niños que molesten a otros clientes.