Brote de gripe aviar obliga a sacrificar 6.500 patos
Por primera vez desde que se declaró esta nueva epidemia de gripe aviar se ha visto afectada en la República Checa una explotación comercial. Se trata de una granja de Řitovíz u Blatné donde se han visto obligados a sacrificar 6.500 patos.
Los veterinarios tuvieron así que dar muerte a 6.500 animales, asfixiándolos con dióxido de carbono, con lo que la empresa perdió hasta 20 toneladas de carne y aproximadamente 24.000 euros, aunque previsiblemente será indemnizada por el Estado.
Su administrador, Jiří Bláha, asegura que se cumplieron todos los requisitos de seguridad.“Por supuesto, hemos cumplido con todas las directrices veterinarias y de hecho antes se habían realizado varios controles. Tenemos los papeles que lo prueban. No hemos incumplido nada”.
Según la administración veterinaria de Bohemia del Sur, la gripe aviar llegó a la granja probablemente a través de aves silvestres. La explotación está cerrada, pero seguramente el virus entró a través de la paja usada como lecho en el interior, que posiblemente estuvo fuera expuesta demasiado tiempo.
La pesadilla para esta granja puede no haber terminado, ya que de momento se esperan los resultados de los análisis de sus otras dos explotaciones, donde viven unos 25.000 patos, además de un criadero.Seguidamente al brote de Řitovíz se detectó otro en una pequeña granja de Turnov, donde este jueves los veterinarios tuvieron que sacrificar tres gallinas de Guinea, 25 gallinas comunes, cinco patos, tres gansos, 15 palomas y dos faisanes. Desde el 10 de enero la Administración Veterinaria Estatal obliga a que las granjas de aves mantengan a los animales en pabellones cerrados y aislados de cualquier otro animal, y que además se realice una desinfección.