Bill Clinton: “Hoy necesitamos a muchos Havel en todo el mundo”

Bill Clinton (Foto: Gage Skidmore, CC BY-SA 3.0)

Un homenaje a la figura de Václav Havel y un repaso a la actualidad política de Europa. Estos temas acapararon la conversación del expresidente de Estados Unidos, Bill Clinton, con la Radiodifusión checa.

Bill Clinton  (Foto: Gage Skidmore,  CC BY-SA 3.0)
No es la primera vez que Bill Clinton visita la República Checa. Mucho tiempo ha trascurrido desde que en 1970 pisara por primera vez territorio checo, algo que haría también 24 años después ya como presidente de los Estados Unidos de América. En esta ocasión, el motivo principal que le ha movido a volver a Praga es su admiración por el expresidente de Checoslovaquia Václav Havel.

“Yo fui un gran admirador de Havel”, declaró sin tapujos Clinton cuando se le preguntó por su relación con él. Su primer contacto, según cuenta el político estadounidense, fue en una cena en casa de la entonces embajadora de los Estados Unidos frente a la Organización de las Naciones Unidas y posterior Secretaria de Estado, Madeleine Albright.

“He tenido una ventaja injusta en comparación con los demás presidentes: colaboraba estrechamente con Madeleine Albright, a la que nombré más tarde embajadora ante la Organización de las Naciones Unidas. Creo que con Havel me encontré por primera vez cuando Madeleine nos invitó a cenar a su casa. Me invitó a mí con Hillary y estaba también Václav con su esposa. Fue una noche fantástica”, señaló.

A partir de ese momento, ambos presidentes se encontraron en varias ocasiones, ya fuese en visitas de Estado o en algunas conferencias internacionales.

Clinton: “Yo fui un gran admirador de Havel”

Precisamente, de la visita de Václav Havel a la Casa Blanca, Clinton guarda en su memoria una anécdota curiosa: cuando el dirigente americano le preguntó al checo a qué artista le gustaría escuchar, este respondió que a Lou Reed, “porque ayudó a la Revolución de Terciopelo”. La respuesta complació al anfitrión, que cumplió la petición de su invitado.

Además, lo que más agradaba a Clinton de Havel era su condición más relajada y artística, algo poco común en los perfiles de los políticos de la época.

“En persona él era mucho más relajado y lleno de vida de lo que se permite a la mayoría de los políticos. Me gustó que fuese aficionado a la música, que le gustara el jazz y el rock and roll”.

Bill Clinton y Václav Havel en el Jazz-Club Reduta  (Foto: YouTube)
Pero la faceta personal del presidente checo no es lo único que admira Clinton de él, su carrera profesional también le fascinaba, argumentando que “hoy necesitamos a muchos Havel en todo el mundo”.

La manera en la que Václav Havel luchaba por los derechos humanos bajo el régimen comunista, recordándoles a los ciudadanos a través de sus obras teatrales que no podían ser tratados como esclavos, caló en la población.

Estas acciones, unidas a su activa participación en la Revolución de Terciopelo, le llevó a la presidencia del país y a convertirse en uno de los referentes políticos de la historia contemporánea, según indicaba el exmandatario estadounidense.

“Lo que vivió Havel y lo que lo llevó hasta la silla presidencial es algo que deberíamos tratar de imitar. Si lo pensamos bien, en la historia han existido tres personas que liberaron a su país sin un solo disparo: Gandhi, Mandela y Havel”, apuntó.

En su visita a la capital checa, Clinton también habló sobre política europea. Durante sus años de mandato entre 1993 y 2001, poco después de finalizar la Guerra Fría tras la caída de la Unión Soviética, los objetivos americanos en cuanto al viejo continente tuvieron dos focos de acción: Alemania y Rusia.

Clinton: “En la historia han existido tres personas que liberaron a su país sin un solo disparo: Gandhi, Mandela y Havel”

Las expectativas frente a Alemania se cumplieron. Berlín se acercó al resto de países democráticos y mostró una predisposición a la colaboración, algo que sigue manteniendo el gobierno de Angela Merkel.

En cuanto a Rusia, sus predicciones no fueron acertadas. El líder americano reconoce que“pensaba que mientras Putin estuviera en el poder, Rusia sería imprevisible y torpe, pero sistemáticamente se dirigiría a una sociedad más democrática”. Algo que, junto a una modernización del Estado ruso y una mayor presencia de los Derechos Humanos, aún está por verse.

Varios años habían pasado desde la última vez que Bill Clinton estuvo en la República Checa, pero su amistad con Havel le ha traído de vuelta a Praga.


La entrevista surgió en colaboración con la Fundación Biblioteca Václav Havel de Nueva York y su proyecto ‘Conversaciones Sobre Havel’.

Autores: Julia Rios , Lenka Kabrhelová
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