Ayuntamiento de Praga 3 declara la guerra a los grafiteros
El Ayuntamiento de Praga 3 ha declarado la guerra a los grafiteros. Uno de los barrios más golpeados por este tipo de expresión callejera es Žižkov. Varios establecimientos solidarios con los refugiados fueron cubiertos recientemente con pintadas neonazis, lo que motivó a las autoridades a tomar medidas contra todos los grafiteros ilegales.
El barrio de Žižkov, conocido por la enorme concentración de bares y con una vida nocturna muy activa, compite con otros barrios capitalinos por la cantidad de edificios con fachadas marcadas por el arte urbano.
No obstante, las recientes pintadas con mensajes neonazis en establecimientos en los que se presta ayuda a los refugiados o simplemente forman parte de la campaña Hatefree, obligaron a las autoridades locales a actuar.
La alcaldesa de Praga 3, Vladislava Hujová, anunció la puesta en marcha de un programa para lavar la cara del barrio de Žižkov, interpretado por muchos grafiteros como una declaración de guerra.
La idea es eliminar las pintadas de todos los edificios, y las nuevas en un lapso máximo de 48 horas, y se incluye al sector privado, aunque todo lo pague el Ayuntamiento, indicó Hujová.“Los gastos corren a cargo del Ayuntamiento de Praga 3. En el programa se incluyen tanto los edificios municipales como los privados, y tendremos que dirigirnos a los dueños de unos 4.000 edificios”.
Muchos vecinos del lugar dan la bienvenida a las medidas anunciadas. Vladislava Hujová adelantó que todo está programado para el año en curso.
“Contamos con la puesta en marcha del programa en el otoño de este año. En este momento varias empresas analizan cuáles calles son las más afectadas por los grafittis ilegales en el territorio de Praga 3”.
La alcaldesa Hujová dijo a la Televisión Checa que no se trata simplemente de una acción contra el arte urbano en general.
“Ya en el pasado destinamos superficies públicas para que los artistas puedan presentar sus obras de manera legal”.Al igual que en otras urbes europeas, en Praga existen grafiteros que aseguran que las superficies legales no son para ellos, porque su arte es contestatario.
Un aumento de las acciones contra los grafiteros ilegales las reporta también la Policía que en los primeros cuatro meses del año detuvieron al mismo número de infractores que en 2015.
Los autores de pintadas que instiguen a la violencia contra grupos étnicos, religiosos o minoritarios pueden ser condenados a hasta dos años de prisión.