Aviones caza rodeados por sospechas de corrupción
El ex comandante en jefe del ejército, Jirí Sedivý, alegó haber estado bajo una gran presión cuando se negoció la compra de los cazas "Gripen". Acusó a los políticos de ser responsable del escándalo, según indicó el domingo en un debate televisivo.
El escándalo de la licitación gubernamental firmada con el consorcio sueco-británico Bae Systems/Saab para la compra de 24 aviones caza en el año 2002 ha vuelto después de varios años. No obstante, los que se interesaban en aquella época por las poco claras circunstancias de la compra no están sorprendidos.
"La mayoría de los oficiales del Ejército, incluyendo los del Estado Mayor, no había tenido ninguna oportunidad de revisar los documentos del contrato y por supuesto tampoco tenían la posibilidad de influir en el proceso ni de juzgar las propuestas", comentó el general Jirí Sedivý.
Los negocios entre el gobierno checo y el consorcio sueco - británico, se tramitaban en la época en que los socialdemócratas estaban en el poder, en 2002. La oposición advirtió entonces sobre las poco claras circunstancias del negocio. Vlastimil Tlustý, diputado del partido Cívico Democrático, afirmó que se trató de un caso de corrupción.
Por otra parte los Socialdemócratas rechazan estas acusaciones. Zdenek Skromach, ex ministro de Trabajo y Asuntos Sociales y vicepresidente del partido, añade que la operación se desarrolló en circunstancias normales.
"Nunca he encontrado nada en todo el asunto que me haga pensar que hubo corrupción. El procedimiento fue completamente transparente". Dijo Zdenek Skromach.
Según aseguran los expertos los fabricantes de aviones caza empeñaron todos sus esfuerzos en realizar el contrato y penetrar en los mercados de los nuevos miembros de la OTAN.
