Policía checa y sueca investigan la compra de aviones Gripen

Jas-39 Gripen, foto: www.army.cz

La República Checa y Suecia cooperan en las investigaciones relativas a la licitación para la compra de 24 aviones caza suecos Gripen, llevada a cabo hace cinco años por el entonces gobierno checo.

A solicitud de la policía sueca, la unidad anticorrupción checa reanudó las investigaciones vinculadas con el concurso para la compra de aviones de caza suecos, efectuado en 2002 por el Gobierno checo.

En el caso aparecieron nuevas evidencias que hacen imprescindible la reanudación de las investigaciones, explicó la portavoz de la policía financiera, Alena Vokrácková.

"Según medios de comunicación suecos, la supuesta corrupción acompañó las negociaciones sobre la compra y también el alquiler de los aviones Gripen. Estamos cooperando con la policía sueca que por sí misma no puede desarrollar investigaciones en territorio checo".

La policía checa vuelve a investigar el escándalo después de cinco años transcurridos de la convocatoria del concurso para la compra de nuevos aviones caza para la Fuerza Aérea Checa. De la licitación salió victorioso el consorcio sueco-británico Bae Sistems/Saab.

No obstante, por escasez de recursos, el entonces gobierno checo recurrió al alquiler de 12 aviones supersónicos Gripen para un período de diez años.

Como impulso para la renovación de las investigaciones en torno a la licitación sirvió un reportaje de periodistas suecos que, en calidad de agentes de seguridad ficticios, entrevistaron al ex ministro de RR.EE. checo Jan Kavan. El antiguo jefe de la diplomacia checa afirmó ante las cámaras ocultas de la televisión sueca que el concurso fue acompañado con la entrega de dinero y que este hecho fue un secreto público compartido por un alto número de diputados checos. Kavan dijo que en la corrupción estuvieron involucrados funcionarios del entonces gubernamental Partido Socialdemócrata así como miembros del Partido Cívico Democrático y del Partido Popular.

Más tarde, Jan Kavan matizó que se refería a especulaciones y rumores que proliferaron en el Parlamento. Aseguró que las frases incriminatorias fueron sacadas de contexto en la entrevista y calificó el proceder de los periodistas suecos como poco ético. Estudia la posibilidad de demandar a la dirección de la televisión sueca.

El consorcio sueco-británico Bae Sistems/Saab es sospechoso de cometer un delito de corrupción en otros países como Gran Bretaña y República Sudafricana.