Aumenta en Chequia el número de niños con problemas de expresión
Los logopedas checos advierten que se está disparando el número de niños pequeños con problemas de expresión. La causa radica, suponen, en el aumento del tiempo que los niños invierten en actividades en las que no tienen que hablar, como la televisión o las computadoras.
“Estamos hasta arriba de trabajo. Tenemos en lista de espera a unas 335 personas. Por desgracia para la mayoría de la gente el logopeda es el que enseña a pronunciar la erre, el que mejora la pronunciación, pero ahora nos enfrentamos a algo mucho más profundo. El mayor problema es que los niños no son capaces de pronunciar una frase”.
Los expertos atribuyen la responsabilidad de este fenómeno al mayor tiempo que los niños pasan frente a la televisión o las pantallas de las computadoras, realizando actividades que no requieren de expresión oral. En buena medida el peso de la comunicación se desplaza además hacia los mensajes escritos o la interacción en las redes sociales, todo eso sin contar con el mayor énfasis que se da en las escuelas a la producción escrita por encima de la oral. De esta manera no es infrecuente encontrarse con escolares capaces de realizar problemas de matemáticas o escribir una redacción que sin embargo no pueden de emitir una frase compleja.
En opinión de Trčová los padres son también un elemento fundamental, ya que son el modelo de lenguaje por excelencia para el niño, y como tales deberían hacer mayor énfasis en las capacidades orales del niño y hacerle hablar.“En el fondo basta con preguntarles, después de alguna actividad, qué han aprendido, qué les ha pasado, qué han visto, para que se esfuercen en contarlo. Hay que pedirles frases, y darles un ejemplo de cómo se tienen que decir”, insistió.
Según un informe del año pasado de la Inspección Escolar Checa, el número de niños que se ven obligados a entrar a la escuela un año más tarde por no estar suficientemente preparados es mucho mayor que hace 20 años. De estos, dos terceras partes ven retrasado el inicio de su vida escolar por defectos del lenguaje.
Los inspectores no se refieren únicamente a la pronunciación de determinados fonemas, sino a la falta de vocabulario y de capacidades de expresión que impide a los niños formular ideas, comunicarse de forma comprensible y entender instrucciones. En su momento se explicaron estas deficiencias por el menor tiempo que los padres dedican a sus hijos, así como a la pobre comunicación que mantienen con ellos, llena de diminutivos, palabras inventadas o mal pronunciadas, y de gramática incorrecta o simplificada.