Así que se nos murió Hašek

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El 3 de enero se cumplió el centenario de la muerte de Jaroslav Hašek, uno de los escritores checos más famosos gracias a su obra Las aventuras del buen soldado Švejk. ¿Qué queda de Švejk en la Chequia de hoy en día?

“Así que nos han matado a Fernando”. ¿Qué checo no conoce esta frase con la que empiezan Las aventuras del buen soldado Švejk? El estallido de la Primera Guerra Mundial le sirvió de comienzo para su obra maestra también al escritor checo Jaroslav Hašek, un veterano de la guerra que proyectó sus propias experiencias en el frente en la figura del buen Švejk, burlándose, al mismo tiempo, de la inevitable desintegración del Imperio Austrohúngaro a comienzos del siglo XX. La novela satírica se convitió en una de las obras checas más traducidas en el extranjero y en uno de los hitos fundamentales de la literatura checa. ¿Pero es realmente un libro que atraiga la atención de los checos 100 años después? La Radio Checa hizo un sondeo entre los representantes de la generación nacida en este milenio en Chequia.

“No leí Švejk ni otros relatos de Hašek. Tengo 22 años y no sé si puedo hablar por mi generación pero yo personalmente no sé nada sobre Hašek. Y más que su aporte literario percibo su aporte gastronómico porque desde los años 90 cada ciudad tiene un local llamado Taberna de Švejk. Ahí termina mi conocimiento de Hašek. Una obra de cuatro volúmenes… Es que es demasiado”.

Rudolf Hrušínský en el papel de Švejk | Foto: Česká televize

Basándonos en las palabras de esta generación, tal vez hoy en día sean de más importancia que el nombre de Jaroslav Hašek los nombres de Josef Lada y Rudolf Hrušínský que le dieron a Švejk su aspecto característico de hombre bajito, robusto, pelirrojo y siempre sonriente y hasta burlón. Lada fue el ilustrador de Las aventuras del buen soldado Švejk y Hrušínský el protagonista de la película del mismo nombre, rodada en 1956 bajo la dirección de Karel Steklý.

Según dijo para la Radio Checa la bibliotecaria Edita Vaníčková Makosová, todos saben cómo es Švejk de aspecto pero no se dan cuenta de que no fue el escritor quien le dio sus características físicas.

“Mi última experiencia es de una escuela de formación profesional, donde tenía a 30 estudiantes de cervecería. A ninguno, excepto a dos, les apasionaba la literatura. Yo les pregunté qué aspecto tenía Švejk. Todos lo sabían exactamente. Pero un estudiante dijo: ‘Pero si no lo sabemos’. En el libro no lo pone, no podemos saber qué edad tiene Švejk, si es un hombre atractivo o no. Y entonces pensamos qué habría pasado si Lada nunca hubiera pintado a Švejk y no se hubiera rodado la película”.

Edita Makosová Vaníčková,  foto: ČT24

Además del aspecto, el personaje de Švejk también perdura en la sociedad checa por la fama de su carácter. Es un soldado a primera vista mentalmente débil que utiliza la tontería de los comandantes y representantes del sistema militar austro-húngaro contra ellos mismos, cumpliendo sus órdenes hasta los mínimos detalles. Entonces, ¿es tan débil o está por encima de ellos? Se suele decir que Hašek, en realidad, describió en este personaje la naturaleza de los checos, ya fuera de forma intencional o no. Sobre la identificación del pueblo checo con Švejk habló para la Radio Checa el experto del Instituto de Literatura Checa de la Academia de Ciencias, Pavel Janoušek.

“Si hay algo que es parte de la cultura checa, esa es la cuestión: ¿Somos unos Švejk o no? Y si es que sí, ¿está bien o mal eso? Incluso las naciones a nuestro alrededor dicen que lo somos. Está bien el mito de que siempre hay que mantener la calma y lo resolvemos todo como Švejk. ¿Pero es eso lo que dice Hašek? Eso son preguntas que tenemos que hacernos, aunque sin duda Hašek, sí describió algunos rasgos del carácter checo o, al menos, nosotros aprendimos a identificarnos con ellos. Merece la pena leer el texto tal y como es, no verlo bajo el prisma de los posavasos”.

Pavel Janoušek | Foto: Tomáš Vodňanský,  Český rozhlas

Como ya se ha mencionado con un poco de exageración, 100 años después, a Hašek se le aprecia en ciertos grupos de la sociedad más por su aporte gastronómico que literario. Igual que en las representaciones de Lada vemos a Švejk con su medio litro de cerveza, Hašek pasó igual toda su corta vida, ya que falleció antes de cumplir los 40. La costumbre checa de discutir las cosas junto a una jarra de cerveza seguramente va más allá de Hašek, pero es cierto que el amor por las tabernas es un legado que dejó una profunda huella en sus descendientes. Con motivo del centenario de la muerte de Hašek, la Radio Checa conversó con su bisnieto, Martin Hašek, dueño de una taberna, situada en la ciudad de Lipnice nad Sázavou, donde el escritor murió. El bisnieto confesó que en vez de llevar un ramo de flores, deja en la tumba de su bisabuelo una jarra de cerveza. En la entrevista también dio más detalles sobre el surgimiento de Švejk en el contexto de las tabernas, ya que fue una obra que se fue publicando por cortas entregas.

Monumento a Jaroslav Hašek,  Lipnice nad Sázavou | Foto: Dáša Kubíková,  Český rozhlas

“Cuando el bisabuelo estaba en la taberna era capaz de hablar con otros, beber cerveza, pasarlo bien y mientras estar montando en su cabeza la estructura de Švejk. Por la mañana se levantaba y empezaba a escribir. Después encontró al escribano Kliment Štěpánek, al que dictaba. Tenía una memoria matemática genial, así que siempre llevaba a Švejk en su cabeza, desde el principio hasta el final. Y también tenía que pensar cómo iba a desarrollarlo. Se quedaba solo con la última frase y lo que tenía lo mandaba directamente a Praga a la editorial. A Švejk lo dictó. Štěpánek iba con él a la taberna. Hašek bebía con sus colegas y en un momento pedía una pausa y soltaba dos páginas de Švejk que Štěpánek escribía”.

Jaroslav Hašek | Foto: public domain

Entrega tras entrega, la novela de Švejk terminó teniendo cuatro volúmenes. Desgraciadamente, la muerte le impidió al escritor concluir la obra, pero a pesar del fallecimiento prematuro, la novela le hizo a Hašek no solo famoso sino inmortal, concluye Janoušek.

“Švejk es un tipo que consiguió llegar al nivel del Quijote de Cervantes o de Anna Karenina. Al nivel de estos personajes que abandonan la obra original y viven su propia vida, y no solo en el contexto checo, sino también en el extranjero”.

Las aventuras del buen soldado Švejk fueron traducidas a 58 idiomas hasta la fecha. Quizá, en el umbral de su segundo centenario todavía consiga conquistar nuevas tierras.

Autores: Martina Kutková , Vít Pohanka , Ivan Motýl
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