Artesanía popular, gastronomía y música ofrecen los mercadillos de la Pascua en Praga
Huevos pintados, artesanía popular, así como platos nacionales típicos de la Pascua de Resurrección en Chequia. Todo esto, acompañado de un rico programa cultural ofrecen los mercadillos que tienen lugar en el centro de Praga con motivo de la Semana Santa.
”Los mercadillos han sido inaugurados mucho antes de las fiestas para que los ciudadanos puedan comprar con tiempo productos típicos de la Pascua de Resurrección. Hay aquí huevos pintados con diversas técnicas, decoraciones para el hogar, galletas de pan de especias, muñecos de paja y muchas otras cosas. Junto a ello ofrecemos un programa cultural con la actuación de grupos folklóricos y de otros géneros, como world music, pop, folk, etc”.
En el marco del proyecto ‘El sabor de Praga’ es posible degustar asimismo platos típicos de la Pascua. Éste tiene como fin reunir las mejores recetas que se heredan de generación en generación. Centenares de personas han enviado recetas familiares de platos que ahora preparan jefes de cocina en los mercadillos. Los visitantes pueden dar así su opinión sobre las comidas, y el 9 de junio una comisión especial dará a conocer al autor de la mejor receta.Los mercadillos de Pascua tienen un programa especial para los niños, según sostuvo Henri Morstyn.
”Al igual que en las ediciones anteriores, también este año los niños pueden participar en los talleres de Pascua. Aprenden a decorar macetas, a pintar huevos, y a preparar las varillas de sauce con cintas multicolores, que son símbolo de la primavera. Ofrecemos un teatro de títeres y espectáculos de baile”.Los mercadillos hacen recordar este año un parque en primavera. Los organizadores utilizaron decoraciones en forma de árboles y arbustos en flor y bancales de flores. La Plaza de la Ciudad Vieja fue decorada con un abedul, símbolo en Chequia de la primavera, adornado con cintas multicolores y huevos pintados.
Los mercadillos de la Pascua de Resurrección se pueden visitar en Praga hasta el 1 de mayo.
Foto: Kristýna Maková