Al final en Chequia todo se sabe

Milan Chovanec y Bohuslav Sobotka, foto: ČTK
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El Partido Socialdemócrata busca una salida a la crisis en la que se metió tras las elecciones parlamentarias anticipadas. Cinco miembros de la dirección mantuvieron una reunión secreta con el presidente de la República, Miloš Zeman e iniciaron después una campaña para desbancar al líder de la agrupación Bohuslav Sobotka.

Milan Chovanec y Bohuslav Sobotka,  foto: ČTK
Michal Hašek, vicepresidente de la Socialdemocracia, y una de las cabezas visibles de la formación a nivel regional dio a conocer en varias oportunidades sus ambiciones de poder dentro de la agrupación.

Su cercanía con el antiguo líder socialdemócrata, hoy presidente de la República, le distanció de su jefe Bohuslav Sobotka.

Tras conocerse los bajos resultados de la Socialdemocracia en los comicios, Hašek orquestó una reunión secreta con el mandatario a la que asistieron otros cuatro altos representantes partidistas que empezaron a pedir la cabeza de Sobotka.

Michal Hašek y Jeroným Tejc,  foto: ČTK
Todo salió a luz después de que Milan Chovanec, uno de los asistentes a la cita con Zeman, confirmara la celebración del encuentro que Hašek y los demás testarudamente negaban.

El comportamiento de Michal Hašek fue interpretado por un amplio sector de la socialdemocracia como un intento de golpe palaciego. A Hašek el tiro le salió por la culata y ahora Bohuslav Sobotka pide cuentas.

“Considero que lo ocurrido fue un grave error, y es por eso que estas personas deben abandonar la dirección del Partido Socialdemócrata. Esto ayudaría a poner fin a una especie de dualidad en la dirección partidista”.

Bohuslav Sobotka ha recibido el respaldo de nueve de un total de 14 organizaciones distritales que coinciden en que los ‘golpistas’ deben dejar la administración partidista.

Tras varios días de silencio, el presidente Miloš Zeman dijo, en declaraciones para el diario Právo, que no se trata de ‘golpistas’. Confirmó que la reunión surgió por iniciativa de Michal Hašek y añadió que no entiende que les llevó a ocultarla, porque al fin de cuentas en Chequia siempre todo se sabe.

Comité Central de la Socialdemocracia,  foto: ČTK
Durante cuatro días consecutivos Michal Hašek negó haber convocado o asistido a una reunión con el mandatario. Para restar importancia a lo ocurrido Miloš Zeman sostiene que se trata de una diversidad de opiniones dentro de una formación, algo normal en la política.

La mayoría de los socialdemócratas ven las cosas de otra manera e interpretan la reunión secreta como una confabulación contra Bohuslav Sobotka.

Para el domingo fue convocada una sesión del Comité Central de la Socialdemocracia para decidir sobre el futuro de los ‘rebeldes’.

Casi la totalidad de las organizaciones regionales se ha expresado por la destitución de los implicados de la dirección partidista, pero no estiman prudente expulsarlos de sus filas, ya que varios de ellos ocuparán escaños en la nueva Cámara de diputados.