Adopciones a distancia checas, una perspectiva de vida para los niños de Kenia
Permitir a los niños de las familias más pobres de Kenia el acceso a la educación y a una vida digna es el objetivo del Centro Narovinu de la República Checa. Desde hace 15 años promueve las llamadas ‘adopciones a distancia’, en el marco de las cuales familias o individuos checos envían regularmente determinada suma financiera para cubrir los gastos de estudio de un menor de Kenia.
El Centro Narovinu, que tiene su sede en Praga, es una de las organizaciones cívicas de la República Checa que, junto con Cáritas, impulsan desde los años 90 programas de ayuda a los países subdesarrollados. Por ejemplo, desde hace 15 años el Centro Narovinu busca a familias checas dispuestas de ‘adoptar a distancia’ a un niño de Kenia y pagarle sus estudios.
Unos 4.000 menores de las familias más pobres de ese país africano recibieron hasta el presente esa ayuda y, por ende, la posibilidad de una futura vida mejor, según sostuvo para la Televisión Checa Dana Feminová, directora de la mencionada entidad sin fines de lucro.”Nuestro objetivo es facilitar el acceso a la educación escolar a los habitantes más pobres de Kenia. El proyecto de las adopciones a distancia nos permitió brindarles a muchos niños esa ayuda. Gracias a éste tienen luego la perspectiva de una vida digna, de encontrar un buen trabajo y poder ser felices en su país de origen, en el que quieren quedarse a vivir”.
Este proyecto se basa en una ayuda a niños y familias concretas. Los recursos financieros enviados por las familias adoptivas de la República Checa son depositados en cuentas personales especiales, destinadas a cubrir los gastos de estudio de los menores incluidos en el programa. Los donantes, además, pueden establecer contactos epistolares con su niño adoptivo y seguir el avance de sus estudios.
Niños de Kenia visitan a sus padres adoptivos en Chequia
Algunos de los padres adoptivos checos que entraron en el proyecto invitaron a su ‘hijo o hija africano’ a una visita a la República Checa, o viajaron a Kenia para poder conocerse personalmente. Los integrantes del Centro Narovinu confían que al menos algunos de esos contactos se conservarán largos años.
Para ayudar en los estudios a un niño de familia pobre de Kenia, los padres adoptivos checos deben entregar una contribución financiera anual de 300 euros como mínimo. Con estos recursos se cubren los gastos para la adquisición del uniforme, manuales y otros utensilios escolares, y de la matrícula.A cambio, tres veces al año los donantes reciben un informe con los resultados de estudio y la situación en general de su hijo africano, así como su fotografía. Y, según Dana Feminová, del Centro Narovinu, algunos de esos niños llegaron a finalizar estudios universitarios en diversas carreras.
’La Isla de la Esperanza’, otro proyecto de ayuda a Kenia
Además de las adopciones a distancia, el Centro Narovinu promueve en Kenia otros proyectos. En el año 2005 por ejemplo, en la Isla de Rusinga, en el lago Victoria, fue iniciado el programa ‘La Isla de la Esperanza’, con el fin de edificar un centro con instalaciones diversas que faciliten la vida a los habitantes nativos.
El área dispone actualmente de unos 15 edificios, entre ellos una escuela, parvulario, orfanato, clínica, una central eólica, así como una granja agrícola que cuenta con sistemas de regadío automáticos, así como con jaulas especiales para la cría de peces.