A la caza de los huevos ilegales

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La nueva legislación comunitaria sobre huevos entra en vigor el uno de enero. Los huevos que no cumplan con la nueva normativa, y que son declarados huevos ilegales, no podrán llegar a la mesa del consumidor. La República Checa ya se ha puesto manos a la obra.

Son pocos los países de la UE que han cumplido a cabalidad la nueva normativa comunitaria para la producción de huevos. Solo Suecia, Alemania, Luxemburgo y Austria han logrado que la totalidad de la producción respete la nueva normativa.

Algunos países han tenido diez años, otros siete, para adaptar las condiciones de las granjas avícolas. Es decir, las jaulas en las que habitan las gallinas son más grandes y cómodas y cumplen con las normas sanitarias establecidas, lo que requiere una inversión.

Pero otros países, como Francia, España, Polonia y Rumania, están muy lejos de cumplir con la nueva legislación. Eso es lo que teme la República Checa, país que ha avanzado mucho en la modernización de sus granjas avícolas, aunque todavía no al cien por ciento, como lo desearían sus autoridades.

Petr Bendl
El ministro de Agricultura checo, Petr Bendl, sostiene que su cartera vigilará que la nueva normativa sobre huevos se cumpla, para que los empresarios estén en igualdad de condiciones y para que quienes aún no han hecho el esfuerzo de modernizarse y no han invertido en ello no salgan beneficiados.

“Me gustaría que las instituciones aduaneras, veterinarias y la inspección de alimentos del país, controlaran, en este aspecto, lo que se puede controlar y vigilaran para que el mercado de los huevos no se vea afectado por los así llamados huevos ilegales. Simplemente, esos huevos ilegales, ya sean checos o extranjeros, no pueden llegar a la mesa del consumidor”.

El ministro de Agricultura checo indicó que aunque aún quedan huevos ilegales en el país, se asegurarán de que no sean destinados al consumo humano.

Foto: Štěpánka Budková
“Esos huevos deberían usarse solo para producción industrial, en ningún caso para consumo humano ni para exportación. Podría decir, con un poco de ironía, que esos huevos ilegales podrían ser usados en la construcción, ya que se dice que el Puente de Carlos fue construido también con huevos”.

El ministro checo coincide con las autoridades comunitarias. El comisario europeo de Salud Pública, John Dalli, sostuvo recientemente que no se van a destruir los huevos que no cumplan la nueva directiva.

La propuesta de Dalli es que los huevos ilegales no se destinen a consumo directo, sino que solo puedan dedicarse a la producción industrial de huevo líquido o huevo en polvo, para su utilización en alimentos y otros productos.

Pero algunos países han replicado que esta solución transitoria solo perjudica a los que ya han cumplido con la normativa dentro del plazo estipulado.

La polémica de los huevos ilegales recién comienza. Prepárense.