60 aniversario del atentado a Heydrich
Hace 60 años, el 27 de mayo de 1942, dos militantes de la resistencia antinazi checoslovaca perpetraron un atentado a Reinhard Heydrich, el más alto representante del Tercer Reich en el Protectorado de Bohemia y Moravia, ocupado por la Alemania hitleriana. Como represalia, los nazis desencadenaron un baño de sangre en territorio checo.
Una vez en Praga, Heydrich inició su gobernación decretando la ley marcial y desencadenando una ola de ejecuciones de intelectuales checos. Este demonio de la muerte ordenó también la deportación de todos los judíos del Protectorado de Bohemia y Moravia al gueto de Terezín y posteriormente al campo de exterminio de Auschwitz.
En un discurso confidencial ante funcionarios alemanes en Praga, Heydrich dijo que tras la guerra victoriosa el espacio geográfico checo sería implacablemente germanizado y la mayoría de su población checa, incapaz de ser germanizada, sería deportada a Siberia. El 27 de mayo de 1942, dos paracaidistas del Ejército Checoslovaco en el extranjero, Josef Gabcík y Jan Kubis, que llegaron de Inglaterra, perpetraron en Praga un atentado a Heydrich. El Protector del Reich no murió en el acto sino que sucumbiría a las heridas más tarde en un hospital.
El enfurecido Hitler exigió a Karl Hermann Frank que había sustituído a Heydrich, que ordenara la ejecución de 10 mil rehenes checos. Las ejecuciones masivas empezaron de inmediato, pero Frank logró de Hitler que el número de las personas a ejecutar fuera un poco rebajado. Es que Frank temía que las ejecuciones pudieran afectar la moral de trabajo en las fábricas de armamentos checas que trabajaban para la Wehrmacht alemana.
El día de los funerales de Heydrich en Berlín fueron deportados a los campos de exterminio tres mil judíos checos de los que sobreviviría tan sólo uno. El mismo día, el 10 de junio de 1942, los nazis arrasaron por orden de Hitler la aldea de Lidice alegando supuestos contactos entre sus habitantes y los autores del atentado a Heydrich. Los 173 hombres de Lidice fueron ejecutados, las mujeres deportadas a los campos de concentracións y los niños entregados para reeducación en familias alemanas.Los autores del atentado a Heydrich perecieron durante el asalto de las tropas nazis a la iglesia de los santos Cirilo y Metodio en Praga, en cuya cripta se habían escondido. Su acto que asestó un duro golpe a la arrogancia nazi, demostró que los checos no se conformaron con la ocupación hitleriana.