Vacunar a los niños es una obligación, confirma el Tribunal Constitucional

Photo: Filip Jandourek

El Ministerio de Salud tiene derecho a exigir la vacunación obligatoria de los niños. Así lo ha dictaminado el Tribunal Constitucional este lunes, al debatir un recurso presentado por un grupo de padres que se negaban a vacunar a sus hijos.

Foto: Filip Jandourek,  Český rozhlas
Los padres que se nieguen a vacunar a sus hijos deberán pagar una multa de hasta 360 euros. El Tribunal Constitucional confirmó que la vacunación de los menores es obligatoria en el país. El único motivo para no vacunar a sus hijos podría ser una convicción religiosa de los padres del menor que no les permita semejante actuación. Ludvík David, juez del Tribunal Constitucional, destacó que en el caso de la vacunación de los niños, el derecho colectivo es prioritario.

"En nuestra decisión nos hemos basado en la necesidad de proteger la salud pública, o sea de toda la población, que fue el argumento fundamental. La protección de la salud pública está estipulada por la Constitución y también por documentos internacionales”.

Ludvík David,  foto: Tribunal Constitucional
La vacunación protege a los menores de nueve enfermedades. La vacuna hexavalente contra la poliomielitis, difteria, tos ferina, tétano, hepatitis B y la HIB invasiva, es la que provoca mayores discusiones, porque se aplica a los bebés menores de nueve semanas. Los padres temen los efectos secundarios, que se han dado en algunos casos. Semejante opinión la comparten también algunos pediatras y especialistas en vacunas. El temor sin embargo, no justifica dejar de vacunar a los hijos, indicó el Tribunal Constitucional.

El director de Higiene, Vladimír Valenta, recalcó por su parte que gracias a la vacunación regular la población ha llegado a ser inmune frente a varias enfermedades de gravedad.

“Las vacunas protegen de varias enfermedades infecciosas. En este país no tenemos casos de difteria, tétano, poliomielitis. En el caso de otras enfermedades se redujo al mínimo el número de afectados. Por ejemplo, todavía en el año 2001 hubo unos 130 casos anuales de la enfermedad HIB invasiva, mientras que actualmente no registramos ninguno”.

Vladimír Valenta,  foto: Filip Jandourek
Los padres que no vacunen a sus hijos corren el peligro, además de la multa, de que sus hijos no sean aceptados en establecimientos preescolares públicos y no puedan asistir a campamentos infantiles de verano.

El Tribunal Constitucional exhortó a la vez a los legisladores a que analicen la eventualidad de adoptar una normativa que establezca la responsabilidad del Estado por los eventuales daños causados a un individuo a raíz de la vacunación obligatoria.