Uno de cada tres checos prefiere el cine nacional

Un cine

Cada vez son más los checos que prefieren ver cine nacional. De cada tres personas que asistieron a una función de cine durante el 2001, una lo hizo para ver una película checa. Esto se debe a que la oferta de producciones nacionales resulta cada vez más atractiva.

A diferencia de hace algunas décadas, cuando rodar una película era sumamente difícil desde el punto de vista económico, hoy gran parte de los directores checos logran materializar sus proyectos. Reulta que en la actualidad existen innumerables fondos para el desarrollo del cine nacional - muchos de ellos provienen de la Unión Europea - como consecuencia se filman más películas y el interés por ver cine "hecho en casa" crece.

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Las cifras lo dicen todo. Más de tres millones de checos asistieron al cine el año pasado, lo que resulta notable para un país cuya población bordea los diez millones de habitantes. Además, mientras a mediados de los noventa se estrenaban al año algo más de diez películas nacionales, en la actualidad ese número se ha duplicado.

En el encuentro anual de profesionales del cine, efectuado la semana pasada en la cudad de Pilsen, algunos de los principales realizadores checos anunciaron que durante los próximos meses se filmarán en el país cerca de cuarenta largometrajes y que al menos diez de ellos se estrenarán este año. En comparación con el año pasado se filmará en la República Checa una decena más de películas.

Entre los nuevos filmes checos figurarán, por ejemplo, "Smradi", de Zdenek Tyc, que relata la historia de un matrimonio que decide adoptar y criar a tres niños de la etnia gitana. Otro de los estrenos será el documental "Hry prachu", de Martin Marecek, que ofrece una visión de los acontecimientos en las calles de Praga durante la sesión del FMI y el Banco Mundial en septiembre del 2000.

Sin duda la cinematografía checa ha entrado en una nueva era y lo ha hecho con el pie derecho. En comparación con otros países centroeuropeos, como Eslovaquia, donde las producciones propias pueden contarse con los dedos de una mano, la industria cinematográfica checa registra un claro desarrollo, y se espera un crecimiento aún mayor una vez que el país ingrese en la Unión Europea.