El checo que vendió la Torre Eiffel protagonizará una nueva coproducción en Hollywood
El checo Viktor Lustig fue uno de los grandes estafadores a nivel mundial que no dudó de “vender” la Torre Eiffel o engañar al propio Al Capone. Su historia llegará a los cines gracias a una coproducción checo-franco-estadounidense.
Diseñada para un tiempo limitado y con motivo de la Exposición Universal de 1889, la Torre Eiffel lleva ya 135 años siendo el monumento más famoso de París y uno de los más visitados a nivel mundial. Sobre todo en las décadas posteriores a su construcción, despertaba emociones encontradas y después de la Primera Guerra Mundial, en una Francia arruinada, se apuntaba a los altos costes de su mantenimiento. Cuando murió su autor, Gustave Eiffel, en 1923, los titulares de los periódicos parisinos que no paraban de criticar la gran construcción de hierro llevaron a Viktor Lustig, nacido en el pueblo de Hostinné, al norte de Bohemia, a pensar en uno de los engaños más absurdos de la historia: vender la Torre Eiffel.
Según lo describió el productor David Blümel para la Televisión Checa, Lustig aprovechaba su encanto e inteligencia, tenía mucho carisma, educación y hablaba seis idiomas. Decidió presentarse como un funcionario del Ministerio de Correos y Telégrafos y fingió organizar una licitación privada cuyo ganador desmontaría el monumento y vendería sus siete mil toneladas de hierro.
Varios compradores potenciales llegaron a reunirse con él. Sin embargo, todos excepto uno eran sus cómplices. Este pobre elegido, André Poisson, sobornó a Lustig para ganar la licitación y cuando realizó el pago por la propia torre, Lustig desapareció y se fue a Viena. Poisson se calló el fraude, no quería soportar la vergüenza por semejante engaño.
Esta historia debería convertirse ahora en película, producida por Mario Kassar, productor de Rambo o Terminator, quien conversó sobre la conducta increíble de Lustig con la Televisión Checa.
“Es una persona muy interesante. Creo que aquel que es capaz de vender la Torre Eiffel es más bien una persona con mucho talento, no un estafador. Las personas en aquella época eran más ingenuas o él era demasiado listo”.
Kassar también reveló que la película contaría tanto con actores checos como otros de Hollywood y que se rodaría tanto en EE.UU. como en París y Praga. El guion surgió en Chequia con la ambición de triunfar en el panorama internacional.
Al tener éxito con la venta de la Torre Eiffel, Lustig volvió a París con el plan de repetir el mismo fraude. No obstante, esta vez ya no tuvo suerte. Así, se mudó a EE.UU. Sabía que allí podría seguir con sus intrigas ya que, todavía antes de la “venta” de Torre Eiffel, había vendido a los estadounidenses una “caja mágica” que imprimía billetes de cien dólares. Incluso logró estafar a Al Capone, quien le dio dinero para invertir. Pero Lustig decidió devolverle todo, explicando que “su negocio” no había salido.
En 1935, Lustig fue detenido por falsificar dinero y encerrado en la prisión de Alcatraz. Allí murió a la edad de 57 años.