Unión Europea y la Central Electronuclear checa de Temelín

La República Checa no se opone a que expertos de los países comunitarios visiten el país para convencerse de que son respetadas todas las normas de seguridad en el marco de los preparativos para la puesta en marcha de la Central Nuclear de Temelín. Esto lo afirmó el portavoz del ministerio de RR.EE checo, Ales Pospísil, como reacción al creciente interés de Bruselas por la problemática.

Los ministros de exteriores de los países comunitarios encargaron ayer a la Comisión Europea estudiar el caso de Temelín y presentar un informe al respecto. Esto fue solicitado por la jefa de la diplomacia austríaca, Benita Ferrer-Waldner, quien afirmó que la parte checa no cumple el compromiso de informar regularmente a la vecina Austria sobre los avances en la construcción de la Central Nuclear de Temelín, en Bohemia del Sur. La ministra austríaca subrayó que Chequia inició la introducción del combustible en el reactor del primer bloque de la planta, sin haber informado previamente.

La delegación austríaca ante la Unión Europea demandó por tanto que dicho ente intervenga antes de que la planta nuclear de Temelín sea puesta en marcha y su funcionamiento se torne irreversible.

"A Temelín le dedicamos gran atención, ya que tenemos en cuenta que el caso podría influir en el proceso de ampliación de la Unión Europea", sostuvo el ministro francés para cuestiones europeas, Pierre Moscovici.

El comisario para la ampliación de la Unión Europea, Günter Verheugen, manifestó por su parte que la seguridad nuclear no se rige por una legislación comunitaria común y que cada país puede decidir libremente qué fuentes de energía utilizará. "No obstante, siempre debe respetarse el principio de máxima seguridad", añadió Verheugen.

El portavoz del ministerio checo de Relaciones Exteriores, Ales Pospísil, reiteró que Temelín responde a todas las normas que rigen con respecto a las centrales nucleares en los países de la Unión Europea.