Una vuelta a Chequia en 50 días
El técnico de sonido checo Jakub Čech es un gran aficionado a las carreras de senderos. Hace algún tiempo participó en dos en Estados Unidos, pero este aňo la pandemia del coronavirus lo obligó a quedarse en la República Checa. Entonces se decidió a dar una vuelta a este país.
Jakub Čech se estaba preparando para superar este aňo el Sendero de los Apaches en Estados Unidos, una ruta del este de ese país de 3500 kilómetros de longitud. Con este recorrido tendría superadas las tres principales rutas a través de Norteamérica. Sin embargo, como contó a la Radio Checa, la pandemia del coronavirus lo cambió todo.
”Para mí fue un gran golpe, ya que tenía todo preparado para el viaje, tenía todos los mapas necesarios, el pasaje de avión, acordados determinados encuentros con otras personas en el camino, etc. Las primeras dos semanas después de cerrarse las fronteras por coronavirus, las pasé en casa reprochándome a mí mismo por no haber alcanzado cruzar la frontera a tiempo. Estaba convencido de que en las montaňas en Estados Unidos estaría a salvo”.
Después de enterarse de que Estados Unidos es uno de los países más afectados por la enfermedad COVID-19, Jakub Čech se dio cuenta de que en medio de la pandemia del coronavirus su lugar estaba junto a su familia en la República Checa. Sin embargo, su carácter aventurero no lo dejaba tranquilo y debido a que como técnico de sonido no tenía mucho trabajo esta primavera por el cierre de la mayoría de los estudios por coronavirus, buscó cómo pasar el tiempo de forma activa, según cuenta.
”En internet descubrí un foro de checos que al igual que yo habían superado el Sendero Cresta del Pacífico en Estados Unidos. Intercambiamos opiniones y se nos ocurrió hacer una carrera de senderos en la República Checa, dando la vuelta al país. Como punto de salida y a la vez meta escogí y propuse el monte Sněžka. El recorrido me parecía una buena idea y una oportunidad, porque en otros tiempos no me habría decidido a hacerlo. Partí en dos semanas aproximadamente y debo decir que mi decisión fue correcta”.
El monte Sněžka se encuentra en la sierra de Krkonoše (Montes Gigantes), en el norte de Bohemia, y con sus 1603 metros sobre el nivel del mar es el punto más alto de la República Checa. Jakub Čech insistió que ese lugar le pareció el más apto para el inicio del viaje que copiaba las fronteras de Chequia.
”Ese es un punto simbólico y considero que no hay otro mejor en este país. Uno parte del punto más alto y también llega a él al final de su recorrido. Eso es estupendo. El caminante comienza cruzando zonas montañosas al norte, noroeste y sur de Chequia, posteriormente pasa por las zonas bajas del sur de Moravia para luego volver a superar montaňas, los Cárpatos Blancos, Beskydy, Jeseníky. La ruta del camino vuelve a subir y se llega a la meta”.
Čech decidió partir desde el monte de Sněžka en horas de la madrugada para ver la salida del sol. Creía que sería una vivencia romántica al encontrarse solo en la cima. Pero la realidad fue otra, según cuenta.
“Fue una cosa cómica porque realmente pensé que estaría solo en horas tan tempranas de la mañana en la cumbre de Sněžka, que sería algo muy romántico iniciar justamente allí un nuevo día. Pero me equivoqué, porque parece que esa misma idea la tienen a diario muchas personas. Al final estuvimos allí unas 20 personas madrugadoras como yo, pero igual así fue una vivencia muy bonita”.
Jakub Čech dio la vuelta a la República Checa en 50 días, superando 2163 kilómetros en total. De vuelta a Sněžka llegó hace poco y como indica, antes de partir no se imaginaba cuánto demoraría en el viaje.
”Yo sabía que la frontera de la República Checa tiene 2300 kilómetros en total, por lo que me imaginaba que caminando superaría una menor distancia porque no quería copiar toda la frontera. Decidí avanzar por los senderos que más llamaran mi atención por su atractivo natural, pero claro, parte del viaje también fui copiando la línea de la frontera. O sea que el trayecto del recorrido respondió a mis planes originales de esta caminata”.
El viajero cuenta también que, debido a la epidemia del coronavirus y las restricciones adoptadas por el Gobierno contra su proliferación, se vio obligado a cargar también productos alimentarios y utensilios necesarios para preparar comida, por lo que su mochila pesaba mucho al comienzo.
”Inicié el viaje sabiendo que en lo que respecta a la alimentación dependía de lo que consiguiera comprar y luego preparar yo mismo. Contaba con la posibilidad de que los restaurantes estarían cerrados, por lo que llevaba algunos alimentos y utensilios de cocina para viajes. Las primeras dos semanas tuve que hacerme la comida solo. Luego los restaurantes comenzaron a abrir de a poco y lo cierto es que resulta mucho más agradable cuando comes comida preparada por otra persona. El tiempo que emplearías en preparar sopas de paquete lo puedes aprovechar así para descansar o para admirar la naturaleza que te rodea. Al final no tuve que cargar entonces tantas cosas y la verdad es que fue mucho más agradable”.
En su entrevista para la Radio Checa Jakub Čech insistió en que cada persona debería recorrer su país para conocerlo bien. Dijo que él personalmente conocía de antes la mayoría de los lugares por los que anduvo en su recorrido por la frontera de Chequia, gracias a un sinnúmero de viajes más cortos que había hecho con su familia o solo. Pero recalcó que dar la vuelta entera al país de forma ininterrumpida es mucho más impresionante, porque te ofrece una continuidad del paisaje y uno concibe mejor cómo la naturaleza va cambiando.
En su caminata alrededor de la República Checa Jakub Čech atravesó muchos lugares donde la historia había dejado profundas huellas. El viajero señaló que la zona de los Sudetes fue lo que más le impactó y quedó grabada en su memoria.
”Para mí esta fue una de las mayores vivencias del viaje. Al pasar por los Sudetes uno se da cuenta que atraviesa por lugares con una conmovedora historia. Descubres un búnker y quedas asombrado. Pero cuando a lo largo de dos meses vas viendo a cada rato esas toneladas de hormigón, te pones a reflexionar sobre estas obras y su significado. Te das cuenta de que esos búnkeres debieron haber servido para defender el país de los nazis, pero que al final los checos se vieron obligados a abandonarlos y a entregar las armas sin un solo disparo. Y más adelante uno ve pueblos abandonados donde antes vivían ciudadanos de origen alemán que tras la guerra fueron expulsados de allí. Llegas a pensar sobre la actitud injusta del Estado Checo hacia esa gente”.
Durante su recorrido por Chequia Jakub Čech tuvo la oportunidad de rememorar igualmente los tiempos de la liberación de Checoslovaquia de los nazis, así como los crímenes cometidos por el régimen comunista, como contó a la Radio Checa.
”Lo que más me impactó fue la visita al Monumento a la Segunda Guerra Mundial situado en la localidad de Hrabyně, en Moravia. Una parte de esa muestra está dedicada al destino del general Heliodor Píka que luchó contra los nazis y posteriormente fue condenado a muerte por los comunistas por supuesta traición a la Patria. Salí del lugar furioso y esa furia iba dirigida contra el régimen en el que tuvieron que vivir nuestros padres y en parte también nosotros. Y enojado con la gente que hasta el presente se las da como si nada pasara entonces, estando convencida de que vivíamos en plena libertad”.
A lo largo de todo su viaje alrededor de la República Checa Jakub Čech publicaba sus vivencias cotidianas e informaciones sobre la caminata en un blog, que tiene a muchos seguidores. Los apuntes de sus caminatas anteriores por Norteamérica fueron publicados en forma de libros.
El viajero Jakub Čech tiene 47 aňos y es oriundo de Praga. Estudió sonido en la Facultad de Cine de Praga y colaboró en la realización de varios largometrajes checos. Seis veces conquistó el premio el León Checo en la categoría de Mejor Sonido, otorgado por la Academia de Cine y Televisión Checa. Caminar a largas distancias comenzó cuando tenía 40 aňos, después de que los médicos le recomendaron que cambiara su estilo de vida si no quería verse afectado pronto por serias enfermedades.