Una niña checa de cuatro años llega al campamento base del Monte Everest
Una niña checa de cuatro años alcanzó el campamento base del Monte Everest y se convirtió en la persona más joven en hacerlo.
Zara Šifra, una niña checa de cuatro años, ha hecho historia después de llegar, con su padre al campamento base del Monte Everest a 5364 metros de altura. La noticia le dio la vuelta al mundo después de que su padre, David Šifra, publicara un video donde se observa cómo la pequeña Zara llega al campamento base del Everest. Šifra comentó que la conquista del monte no se encontraba inicialmente en sus planes.
“Al principio estábamos planeando ir a Muscat en Omán, en bicicletas. Sin embargo, estalló la guerra en la región y decidimos cancelar el viaje y buscar otras opciones. Ya que el año pasado estuve en el circuito de Annapurna con mi hijo mayor, Alex, que ya ha subido 24 montes de más de 5000 metros de altura, no me daba tanto miedo ir al Everest”.
Me preocupaba el hecho de que Zara ha crecido en un clima tropical. La niña, que tiene ciudadanías checa y canadiense, vive en Malasia con su familia. Su padre dijo que uno de los retos más grandes para la niña fue aprender a pasar la noche en un saco de dormir debido a las temperaturas extremadamente bajas. Sin embargo, Zara no mostró ninguna señal de angustia. Es más, ella sobrepasó a los demás montañistas y no pidió ayuda alguna. David Šifra explicó que la resistencia de su hija se debe al hecho de que ella esté acostumbrada a caminar varios kilómetros cada día por el jungla.
“Otra razón es que nuestra caminata empezó en Jiri que se encuentra a unos 170 kilómetros del campo base. Por eso, pudimos aclimatarnos poco a poco. La mayoría de las personas no lo hacen porque no tienen tiempo. Normalmente, la gente viene de vacaciones y no tiene tiempo suficiente para empezar desde Jiri. Topamos con muchas personas en el camino y Zara los adelantaba a todos. Yo estaba sumamente impactado, ¡en serio!”
David Šifra recalcó que estar en los Himalayas con su hija fue una experiencia maravillosa también por la reacción positiva de parte de los demás montañistas. Šifra reconoció que los locales también estaban muy sorprendidos.
“Los sherpas me ayudaron mucho con los niños. Los dos tienen el pelo largo, las mujeres locales me ayudaban a arreglar su cabello. Llevé a los niños al Monte Everest, ¡pero no sé cómo arreglarles el cabello!”
Zara ya está de regreso en Malasia, pero es posible que oigamos hablar de ella nuevamente muy pronto. Su padre ya ha contactado a los responsables del Libro Guinnes de Récords, pidiéndoles reconocer el logro de su hija.
La hazaña de Zara ha provocado reacciones encontradas en las redes sociales, muchas felicitaciones, pero a la vez preocupación por la salud de la niña.
