“Una gran leyenda”
En esta edición de cita con los oyentes, además de compartir la correspondencia que nos han enviado, hablaremos sobre la influencia de Carlos IV en las infraestructuras de la ciudad de Praga.
Hola queridos amigos, bienvenidos a una nueva edición de ‘Cita con los oyentes’.
Saludos a nuestros seguidores de España y Latinoamérica, nos llena de alegría poder estar nuevamente en contacto con todos ustedes.
En primer lugar nos gustaría compartir las cartas que nos envían algunos oyentes a nuestra dirección de Radio Praga.
Reginaldo Zucoloto nos saluda desde Brasil diciendo.
“Mis amigos de la emisora, soy oyente de larga distancia de las emisoras de radiodifusión internacional. Les felicito por el buen trabajo y los continuos programas informativos y atractivos para los oyentes. ¡Felicitaciones!“.
Gracias Reginaldo por tus palabras, te enviamos un fuerte abrazo de parte de todo el equipo de la redacción iberoamericana.
En esta ocasión recibimos varias cartas desde Cuba a nombre de: Osmany Cabrera enviandonos sus buenos deseos junto al informe de recepción.
Eduardo Morell escribió.
“Un cordial saludo para todos amigos y deseo que todos se encuentren bien, quiero adelantarme y felicitarlos por el día internacional de los trabajadores el día 1 de mayo. Un abrazo desde Cuba”.
Y nuestra fiel oyente María del Carmen Ramírez.
“Buen día y bendecida semana. Con la llegada de la primavera están los árboles con su encantador verde en las hojas y las plantas floreciendo. Las flores son de la cosas mas bonitas que se pueden apreciar durante esta estación acompañadas de la lluvia. Gracias por cada programa y por todo querida familia, un abrazo de parte de su amiga”.
Aquí en Praga con la llegada de la primavera solo podemos decir que aunque haya algunos días fríos todavía, hay otros que nos hacen salir a la calle a disfrutar del sol, las calles y el paisaje de la ciudad. ¡Gracias María del Carmen por tu correspondencia!
Ahora, daremos paso a los comentarios que dejan nuestros lectores en la página de Facebook Radio Praga.
En nuestra noticia publicada el pasado 3 de abril, escribimos acerca de los cambios en las instalaciones, sistemas de vigilancia y salas de espera que se llevarán acabo en el Aeropuerto Václav Havel de Praga, donde algunos de nuestros lectores como Montse Roldán, escribieron.
“Yo fui una de tantas personas que aterricé en el Aeropuerto de Praga en el año 90 con un piloto checo extraordinario”.
Y Alberto Fetter diciendo.
“Ya estuve en este aeropuerto, sin duda uno de los grandes orgullosos de la ingeniería moderna checa”.
Alberto también comentó en nuestra noticia sobre los premios del Club Checo del Fair Play. Cuyo premio principal fue para el famoso futbolista checo Antonín Panenka, dijo.
“Mi padre siempre me hablaba de las notables cualidades de este futbolista checo, su nombre se constituye en una gran leyenda del fútbol europeo”.
La Nueva Metrópoli
La semana pasada tuvimos la oportunidad de hablarles acerca de la arquitectura actual de la ciudad de Praga vinculada al rey Venceslao IV. En esta ocasión nos gustaría darles a conocer los cambios en la infraestructura de la ciudad en los que influyó su padre, el rey Carlos IV.
Comenzamos en la Plaza de la Ciudad Vieja de Praga y nos acercamos al Viejo Ayuntamiento, en el centro de la plaza. Todo turista que visita la capital checa se dirige a este lugar para conocer los edificios pertenecientes a las eras románica y gótica y en cuya torre se encuentra el famoso reloj astronómico de Praga.
El ayuntamiento, como primera institución de la administración pública en Praga, surgió gracias al rey Juan de Luxemburgo, padre de Carlos IV, según la historiadora Jaroslava Nováková, de la Agencia de Turismo de Praga.
No obstante, la ampliación del Ayuntamiento de la Ciudad Vieja se produjo durante el reinado de Carlos IV, quien gobernó el país entre 1346 y 1378.
En 1364 se levantó la torre del ayuntamiento y más tarde fue construida una capilla gótica que se conserva actualmente. Pero el reloj astronómico surgió mucho después, comenzando el siglo XV.
En 1360, junto a la Casa de Wolfin, el edificio más antiguo del ayuntamiento, se construyó otro para actos oficiales que consistía en una sala con techo gótico de madera. Actualmente se celebran ceremonias nupciales.
A diferencia de su padre, Carlos IV amaba este país e hizo mucho por su florecimiento. Desde que llegó a Bohemia procedente de Francia donde fue educado, Carlos IV quedó fascinado por esta tierra.
Poco después de asumir el reinado en Bohemia, Carlos IV tomó la decisión de ampliar la capital Praga. En 1348 fundó la Ciudad Nueva de Praga, pegada a las fortificaciones de la Ciudad Vieja, y que fue extendiéndose rápidamente, según dice Jaroslava Nováková de la Agencia de Turismo de Praga.
”Esta decisión fue una de las mayores contribuciones del rey checo al desarrollo de Praga. El Rey pretendía ampliar de esa manera la Ciudad Vieja. Aunque estas dos ciudades estaban separadas por el sistema de fortificaciones que rodeaba la Ciudad Vieja, Carlos IV pretendía unir en el futuro esas dos partes para darle a Praga más importancia a nivel europeo”.
Las normas para la construcción de la ciudad eran estrictas y los constructores que no las siguieran eran duramente castigados. Además, si la base de las casas invadían la calle más de lo establecido, debían ser derrumbadas. A su vez, los constructores que respetaban las normas, eran liberados del pago de los impuestos por un período de doce años.
La Ciudad Nueva fue construida en el margen derecho del río Moldava debido a que este ofrecía mejores condiciones para la ampliación continua de la ciudad.
Los arquitectos de los nuevos cambios impulsados por Carlos IV fueron Matías de Arás y Petr Parléř. A quienes se deben también varias obras en el Castillo de Praga, como la Catedral de San Vito.
Los puntos principales de la Ciudad Nueva fueron: el entonces llamado Mercado del Ganado, actualmente Plaza de Carlos, en honor a Carlos IV; luego el Mercado de los Caballos, hoy Plaza Venceslao; y, finalmente, el Mercado del Heno, que en cierta forma mantuvo su nombre hasta el presente, llamándose Senovážné náměstí. Ya que heno, en checo se dice seno.
A raíz de su gran extensión, la Plaza de Carlos se solía llamar Forum Magnum, al estilo del Foro de Roma. Su superficie es más grande que la plaza de la Concordia, en París, o la Plaza Roja, en Moscú.
Por otra parte, la Plaza Venceslao debe su nombre al aprecio del pueblo checo por San Venceslao, pero la forma actual de la plaza o, mejor dicho, avenida, poco tiene en común con su aspecto original, según destaca la historiadora Jaroslava Nováková.
”El aspecto actual de la Plaza Venceslao es muy diferente al que tenía eanteriormente. En aquel entonces los edificios que estaban alrededor de la plaza eran más bajos. Alcanzaban como máximo la altura de un segundo piso de las casas actuales. Únicamente los edificios con torres eran más altos, pero esos normalmente formaban parte del sistema de fortificaciones alrededor de la Ciudad Nueva”.
Las casas en la plaza eran mucho más anchas y cada una tenía su propio jardín. Sin embargo, el Mercado de los Caballos tenía la misma longitud que tiene hoy en día la Plaza Venceslao.
Estos datos se han conservado gracias a los apuntes del médico italiano Ángelo de Florencia, que trabajó en la corte de Carlos IV.
Durante los primeros cuatro años de la construcción de la Ciudad Nueva se edificaron 600 casas, varias iglesias y monasterios, como el de Emaús, la iglesia de la Virgen María de las Nieves y la iglesia de San Ambrosio.
En el Mercado de los Caballos, se encontraba la Puerta de los Caballos. Ésta estaba situada donde hoy se encuentra el Museo Nacional, quizá más cerca de la plaza y formaba parte del sistema de fortificaciones que rodeaba la Ciudad Nueva. Este sistema se levantó en tan sólo dos años. En 1875 fue derrumbada junto a las fortificaciones.
Actualmente, la Plaza Venceslao tiene la forma de un bulevar y es muy visitada por habitantes y turistas de Praga. En la parte superior la decora la escultura de San Venceslao, obra de Josef Václav Myslbek. San Venceslao está rodeado por Santa Ludmila, Santa Inés, San Procopio y San Adalberto, patronos de las Tierras Checas.
Anteriormente mencionamos varias iglesias construidas en aquella época. Una de ellas fue la de San Ambrosio, que estaba frente a la puerta de la Ciudad Vieja y donde hoy se encuentra la Torre de la Pólvora.
”Carlos IV admiraba los cantos ambrosianos, es decir, la liturgia cantada. Este fue uno de los motivos por el que el soberano mandó a construir una iglesia gótica con un monasterio en la Ciudad Nueva e invitó al país a los monjes benedictinos de la orden de San Ambrosio, de Milán, Italia”.
Los ambrosianos abandonaron Praga en el siglo XV y el monasterio fue regalado a la orden de San Francisco de Asís. Dos siglos después se asentaron allí los monjes de la Orden de los Hibernios provenientes de Irlanda.
Cuando el monasterio de los hibernios fue cerrado y la iglesia destruida, el edificio fue entregado a la compañía del teatro checo Bouda.
El edificio fue remodelado varias veces y sirvió para la Casa de la Moneda, la Oficina de Correos y la aduana.
A comienzos de este siglo el inmueble fue sometido a una amplia reconstrucción y transformado en el actual teatro de Hybernia.
A Carlos IV se deben muchas más obras arquitectónicas en Praga, como el Puente de Carlos, la Universidad Carolina, y varios edificios en el Castillo de Praga, incluida la famosa Catedral de San Vito.
Ahora ha llegado el momento de agradecer a aquellos oyentes que nos han enviado sus informes de recepción de onda corta.
Muchas gracias a José Moacir Portera de Brasil; María del Carmen Ramírez, Eduardo Morell y Osmany Cabrera, en Cuba; a Jorge Alberto Bustos Alarcón de Talagante, Chile y Graciela Mastrogiacomo y José Amador Hidalgo en Argentina.
Desde España también nos envió su informe de recepción Juan Carlos Gil desde Zaragoza.
A partir de ahora pueden esperar en sus domicilios las tarjetas QSL que les enviaremos a modo de recordatorio a la mayor brevedad posible.
Queridos amigos, con esto finalizamos nuestra cita de hoy. Esperamos que sigan enviándonos sus cartas a la dirección de Radio Praga y comentando todos nuestros temas en las redes sociales de Facebook y Twitter. Que estén bien y ¡hasta la próxima!