Trabajando en Chequia por la energía del futuro

Pohled zevnitř reaktoru

Luis Vela llegó a la República Checa con una beca para estudiar Física y un objetivo muy claro: convertirse en uno de los expertos mundiales en fusión nuclear y contribuir así a crear una fuente de energía alternativa a los combustibles fósiles y a la fisión. Por el camino se tuvo que adaptar a la universidad checa y aprender el idioma.

Si alguna vez la humanidad llega a contar con una energía limpia, inagotable y eficaz, será gracias al esfuerzo de los científicos de todo el mundo que están trabajando en ello. Uno de ellos, o al menos aspirante a serlo, es el colombiano Luis Vela, actualmente en la recta final de la carrera de Física Nuclear en la Universidad Técnica de Praga.

Universidad Técnica de Praga,  foto: Wikipedia  (Packa)
Luis desembarcó en Praga gracias a una de las escasas becas ofrecidas por la República Checa a los países latinoamericanos, después de acabar el primer año de Física en Colombia. Decidido a explorar el camino de la fusión nuclear, Luis sabía que su destino se encontraba fuera de su país.

“Yo creo que el futuro, sobre todo lo que yo quiero hacer, de la fusión nuclear, es algo que lo veo de aquí a mucho tiempo a empezar en Colombia. Colombia está enfocada a los biocombustibles, es la fuente de energía de donde quieren sacar más provecho. De energías nucleares la verdad es que no he visto ningún intento ni siquiera”.

El primer problema fue, por supuesto el idioma. Aunque ahora domina bien el checo, en su momento tuvo que pasar el primer año de estancia en la escuela de Poděbrady, estudiando intensivamente gramática y vocabulario. Y aunque al principio su nivel todavía no era muy alto, le ayudó la naturaleza de la carrera.

“Las ecuaciones son universales, las matemáticas también. Entonces, los primeros cursos de mecánica, las leyes de Newton, las entendía. Cuando me preguntaban algo, salía al tablero, les pedía que me dibujen en el tablero, en el pizarrón, y una vez con el gráfico es mucho más fácil orientarse. Mi primer profesor era eslovaco, así que aún más perdido estaba el prime semestre, pero todo terminó bien. Las notas más bajas de mi carrera las tengo en el primer semestre”.

Además del idioma, Luis Vela se encontró en Chequia con la intensidad de otro sistema educativo, del que solo tiene palabras de elogio.

“Yo creo que el mayor cambio fue que en Colombia la carrera de Física dura cinco años y aquí dura tres. Era mucho más conocimiento en menos tiempo, pero sin embargo el nivel nunca decaía, eso me pareció extraordinario. La capacidad de poner álgebra lineal, que en Colombia es un semestre, la alcancé a ver el primer año, se da aquí en cuatro o cinco semanas. Y era la misma profundidad. Muy, muy bueno. Y de ahí seguimos hacia adelante, con conceptos más avanzados”.

Finalmente, y después de tres años de estudios, Luis acabó el grado de diplomado, de bachelor, en la Universidad Carolina, presentando como trabajo de diplomatura una interesante aportación a la investigación de la fusión nuclear realizada en la República Checa.

“Aquí tienen un par de reactores de fusión nuclear, experimentales, todos a nivel de laboratorio, ninguno es industrial. Lo que querían es desarrollar un tipo de termómetro, por decirlo así, es una sonda para medir la temperatura del plasma en distintos puntos. Pero la sonda está en construcción, y me pidieron hacer una simulación de qué sería lo que la sonda reportaría”.

Ahora Luis se enfrenta al grado de licenciatura, que espera terminar el año que viene en la Universidad Técnica de Praga.

Y ya que estamos con un especialista, es la ocasión ideal para enterarnos de qué es realmente la fusión nuclear. En principio, no es la energía nuclear habitual, que se utiliza en la actualidad, sino un proceso en fase experimental, basado en el plasma. ¿Y que es el plasmas? Es un estado de la materia en el que un gas está tan caliente que los átomos se empiezan a fusionar y como resultado el gas se ioniza, es decir, que se separa en átomos con carga negativa y átomos con carga positiva. Cuando se consigue iniciar el proceso de creación de plasma, llega un momento en el que continúa por sí mismo y produce energía.

“Hay particulas en el plasma que son neutrales y que la parte positiva y la negativa todavía no se han separado. Pero también hay partes que ya están libres. Digamos, un 50 por ciento del gas está ionizado. Esa parte empieza a moverse con la temperatura, y hace que el otro 50 por ciento, cuando chocan, se rompa en dos. En la parte positiva y en la negativa. Se libera energía en el proceso. Con el calor se calienta agua, el agua se evapora, el

Foto: Comisión Europea
vapor mueve una turbina, la turbina mueve un generador y el generador produce electricidad”.

Es decir, la parte ionizada choca con la neutral, produciendo fusión, y la acaba ionizando. Es un proceso breve, que dura segundos y que si se hace bien puede producir hasta diez veces más energía de la necesaria para iniciarlo todo.

El truco es producir el plasma, contenerlo y saber aprovecharlo. Para crearlo los mejores elementos son el deuterio y el tritio, que se consiguen fácilmente a partir de agua y rocas. Luego hay que ponerlos a 150 millones de grados centígrados, una temperatura más alta que la de la superficie del Sol. Un problema que por increíble que pueda parecer, ya está resuelto. Tampoco supone inconveniente el recipiente, hay incluso diversas versiones.

El desafío actual es conseguir hacerlo todo de forma que sea eficiente y rentable económicamente, un tema en el que se trabaja intensamente a nivel internacional y en el que participa la República Checa.

“La República Checa hace un par de años entró a formar parte del Euroatom, la comunidad europea de energía atómica. Y es muy bueno porque en Europa hay unos proyectos supremamente enormes y visionarios acerca de la fusión nuclear. Justamente hoy en día se está construyendo uno de estos reactores en el sur de Francia. Es el primer reactor capaz de producir mayor energía de la que es necesaria para calentar el plasma, porque este ha sido uno de los mayores altibajos”.

¿Y la contaminación? Muy reducida. Cada cierto tiempo hay que cambiar el recipiente, porque se vuelve radioactivo. En resumen, un futuro esperanzador del que Luis sueña con formar parte, y quizás, algún día, llevar la fusión nuclear a Colombia.


Repetición del 8/10/2010