Torrontés y Malbec: cepas argentinas para seducir al consumidor checo
Dar un impulso al consumo de vinos argentinos en la República Checa fue el propósito de una masiva degustación realizada el jueves en Praga, organizada por la sociedad que agrupa a los exportadores de caldos de ese país sudamericano.
Argentina es el quinto productor de vino en el mundo. Mucha de esa producción se va al extranjero, principalmente a Estados Unidos y a la Unión Europea. La República Checa, poco a poco, se ha ido convirtiendo en un gran consumidor de vino y, por lo mismo, es el nuevo objetivo de Vinos de Argentina, sociedad que reúne a los productores de esa nación.
Cerca de 30 bodegas venidas desde el otro lado del Atlántico presentaron sus mejores mostos a periodistas e importadores checos. Andrés Kemeny, director de Vinos de Argentina, destaca la importancia de actividades como ésta.
“Este viaje en conjunto de casi 30 bodegas argentinas es para promover la imagen del vino argentino, dar a conocer al público en la República Checa que existimos, que vale la pena probar estos productos, que vean que realmente hay una gran variedad de vino que además de ser buenos tienen precios muy atractivos y son una interesante alternativa para el consumo de vinos, que ya en la República Checa está en casi 18 litros per cápita al año, o sea, un número importante”.
La exportación de vinos argentinos a la República Checa se ha triplicado en los últimos tres años, hasta alcanzar los dos millones y medio de dólares el último año, según explica Kemeny.
“Las cifras muestran que las exportaciones argentinas a este país han crecido ya muchísimo. Ya no es un secreto que Argentina tiene buenos vinos, hemos crecido más de un cien por ciento en los últimos doce meses, entonces había que venir y ayudar a los importadores que confiaron en nosotros en divulgar la imagen, para que el consumidor pruebe los vinos y diga que Argentina tiene vinos que vale la pena degustar, probar y, bueno, comprar, que es el objetivo final”.
El director de Vinos de Argentina destacó las variedades Torrontés y Malbec como las más importantes de su país.
“Sí, son las uvas emblemáticas de Argentina y además son lo que más vendemos. Así como en Chile tienen el Carménére, nosotros tenemos el Malbec, los australianos tienen el Shyraz. El emblema nuestro es el Malbec en los tintos y el Torrontés dentro de las uvas blancas”.
Vinos de Argentina, puntualiza Andrés Kemeny, quiere demostrarle al consumidor checo que sus productos pueden llegar a competir de igual a igual con otros del Viejo y Nuevo Mundo.
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