Tomáš Kopečný: “Intentamos ser una parte integral de la ayuda prestada por la comunidad internacional”
El ex viceministro de Defensa y actual enviado gubernamental checo para la reconstrucción de Ucrania, Tomáš Kopečný, reflexiona sobre la invasión rusa a Ucrania un año después del inicio del conflicto.
Desde hace ya un año, Tomáš Kopečný ha estado al frente de la organización de la ayuda militar a Ucrania desde la República Checa. El ex viceministro de Defensa, recuerda en entrevista para Radio Praga Internacional los primeros momentos de la invasión rusa.
“Me desperté y me dije, así es como se está materializando todo. [...] Empecé inmediatamente a organizar, con dos o tres de mis colegas, un plan para la liberación de las armas que sabíamos que ya estaban en la República Checa. No necesariamente en las reservas de nuestro ejército, sino que más bien en nuestras industrias”.
Para Kopečný, el conflicto entre Rusia y Ucrania empezó a mostrarse como un acontecimiento inevitable a finales del 2020. Fue entonces cuando comenzaron los preparativos por parte del Ministerio de Defensa, cuyo principal objetivo en un primer momento fue el de buscar fuentes de financiación. Especialmente teniendo en cuenta la falta de recursos por parte del gobierno ucraniano.
Pese a la preparación previa, tras el comienzo de la invasión el 24 de febrero de 2022, Chequia carecía de los fondos suficientes para realizar el envío de armamento a Ucrania. Es por ello que, explica Kopečný, hizo falta recurrir a la colecta pública.
“Decidí llamar a la Embajada ucraniana y explicar que había un gran sentimiento de frustración en la población checa. Lo veía por todas partes, las redes sociales, etc. Todo el mundo quiere ayudar, hacer algo. Al día siguiente volví a llamar con una idea concreta para un sistema de colecta de donaciones por el cual los ciudadanos checos podrían enviar dinero a través de un banco elegido por la Embajada de Ucrania”.
A partir de ese momento se puso en marcha un sistema de expedición de licencias de exportación de material bélico gracias al cual el proceso burocrático para la concesión de permisos se acortó de forma exponencial. En las 24 horas posteriores a la llamada de ayuda por parte del gobierno y la Embajada ucraniana, las donaciones de la población checa alcanzaron los dos millones de euros.
Un año después, la gran participación ciudadana en estas colectas públicas, junto con los suministros comerciales y las donaciones estatales, han convertido a la República Checa en uno de los principales proveedores de material militar a Ucrania. Pero la ayuda checa va más allá del envío de armamento.
“Surgió la idea de tener un agente encargado de la coordinación más allá de las armas, algo que ya hacía en mi anterior cargo, que también coordinara el resto de materiales que Ucrania necesita. Especialmente en lo que respecta a los esfuerzos de reconstrucción [...] de todo lo que los misiles rusos han destruido”.
Añade Kopečný en relación al cargo que ocupa desde enero de este año como Comisario para la Reconstrucción de Ucrania. En los últimos meses, explica el ex viceministro, sus esfuerzos se han centrado en la reconstrucción y gestión de las redes energéticas destruidas por Rusia. Un proceso complejo, añade, en el que la colaboración con organismos internacionales y otros países europeos ha sido esencial.
“Intentamos ser una parte integral de la ayuda prestada por la comunidad internacional. Llevamos a cabo muchos proyectos con colaboradores o con gobiernos como el estadounidense, el británico o el de los Países Bajos [...]. Sobre todo porque hay situaciones en las que tenemos los recursos técnicos y tecnológicos, pero no los fondos suficientes para ponerlos en marcha en solitario”.
Un año después de la invasión rusa, la colaboración entre Chequia y Ucrania continúa evolucionando. Queda por ver cómo entran en juego las ideas del nuevo presidente checo, Petr Pavel, que hasta ahora ha mostrado un apoyo constante a Ucrania. Mientras, concluye Kopečný, “la vida continúa con la mayor normalidad posible en las calles de Kiev”.
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