“Tenemos un déficit ficticio”
Políticos y expertos concuerdan en señalar un déficit estatal que alcanza cifras históricas como uno de los males crecientes de la economía checa.
En el programa de Václav Moravec, en la Televisión Checa, se dieron cita tres importantes figuras como los ex ministros de Finanzas Alena Schillerová y Miroslav Kalousek y el ex gobernador del Banco Nacional Checo Jiří Rusnok.
Estos aprovecharon el debate para referirse a los grandes frentes en clave económica; desde el IVA hasta los salarios, pasando por el sistema de pensiones, aunque el creciente déficit estatal fue el ‘gran’ asunto en la mesa.
“Aquí tenemos un déficit ficticio, no se corresponde con la realidad. El ministro Stanjura no está hablando con ninguno de nosotros. Dado que estamos en una recesión técnica, es muy peligroso cortar y asfixiar la economía. Hay elementos en los que estamos de acuerdo, pero en la mayoría de los casos no estamos de acuerdo”, señaló Alena Schillerová, quien estuvo al frente de la cartera de Finanzas durante el Gobierno de Andrej Babiš, entre 2017 y 2021.
En esta línea se pronunció también Miroslav Kalousek, quien dirigió el ministerio de Finanzas en los gabinetes de Mirek Topolánek y de Petr Nečas sucesivamente. Este coincidió con la ex ministra en que el déficit aprobado para el presente curso no se corresponde con la realidad, ya que los ingresos previstos por el Gobierno serán significativamente inferiores.
“Si yo fuera ministro de Hacienda, haría recortes y planes muy fuertes, lo que se gasta, trataría de que no se gaste. afirmó Kalousek.
Por su parte, ex gobernador del Banco Nacional Checo, Jiří Rusnok, coincidió también en señalar lo delicada de la situación, así como que considera que los esfuerzos del Gobierno no se ajustan a la gravedad de esta.
"La propuesta de presupuesto no es realista, la tasa de endeudamiento es extrema. Requiere medidas drásticas”, apuntó Rusnok.
La tasa de endeudamiento estatal aprobada para este año es de más de 12,5 mil millones de euros, mientras que el presupuesto estatal terminó en marzo con un déficit de unos 7 mil millones de euros, siendo el peor resultado del primer trimestre desde la creación de la República Checa.