Tarjetas, móviles, relojes… Los checos ya no pagan en efectivo
Los datos de la última encuesta de Mastercard afirman que más de la mitad de los checos apuestan por los métodos de pago sin efectivo. Ganan protagonismo los formatos como teléfonos móviles o relojes inteligentes.
Si bien se trata de una tendencia que se remontaba a mucho tiempo atrás, la pandemia ha supuesto un gran impulso respecto a los pagos sin efectivo.
Las tarjetas de crédito y débito y las transacciones electrónicas, a través de dispositivos como teléfonos móviles o relojes inteligentes, son los métodos de pago por los que cada día se decantan más y más personas en un proceso que parece ya imparable.
En clave nacional, destaca el hecho de que los checos parecen abiertos a la innovación y se adaptan a la perfección a este contexto.
"La República Checa es uno de los principales países del mundo con la participación de pagos sin contacto en el número total de transacciones. Antes de la pandemia de COVID, incluso ocupábamos el segundo lugar en el mundo. En la actualidad, en la República Checa hay disponibles un total de 27 terminales de pago por cada mil habitantes. A modo de comparación: el promedio europeo es de 36 terminales, por lo que todavía tenemos un largo camino por recorrer en este sentido ", afirmó Michal Čarný, director general de Mastercard en Chequia y Eslovaquia.
Precisamente, los datos arrojados por la última encuesta de Mastercard confirman esa realidad: la proporción de pagos sin efectivo es cada vez mayor y las posibilidades y formatos a este respecto también.
Según la propia encuesta, actualmente son hasta un 59% de los checos quienes apuestan por este método. Las tarjetas físicas de crédito y débito mantienen su hegemonía, con dos de cada tres checos que afirman necesitarlas en su día a día. Con todo, los demás formatos también crecen.
Un 32% de los encuestados cuenta con una tarjeta de pago disponible en su teléfono móvil. Así mismo, uno de cada tres checos lo ha utilizado para pagar en alguna ocasión.
Los relojes inteligentes también parecen contar con una fuerte presencia. Uno de cuada cuatro checos cuenta con uno de ellos, mientras que uno de cada diez los utiliza para efectuar pagos.
"Las tarjetas de pago físicas definitivamente no desaparecerán de nuestras billeteras. Sin embargo, estamos viendo un número de clientes que crece relativamente rápido y prefieren las variantes digitales. Nuestros datos muestran que tan pronto como los usuarios comienzan a usar un teléfono móvil u otro dispositivo portátil para pagar, rápidamente se acostumbran a esta opción y la usan siempre que sea posible", añadió Čarný.
Mientras los continuos avances tecnológicos aportan cada día nuevas posibilidades a este respecto, y aunque aún parezca tratarse de un proceso a muy largo plazo, ya no resulta descabellado pensar en un futuro sin efectivo.