Sudáfrica 2010: se consuma la debacle checa

Foto: ČTK

Fue un final triste, un desabrido empate sin goles en casa ante Irlanda del Norte que selló la anunciada eliminación checa del Mundial Sudáfrica 2010. Apenas ocho mil desilusionados espectadores fueron a apoyar tímidamente al equipo nacional, que terminó tercero en su grupo, sin posibilidad de ir al repechaje.

Milan Baroš  (República Checa) y Stephen Craigan  (Irlanda),  foto: ČTK
La fría noche otoñal, con la primera nevada de la temporada en ciernes, anticipó la debacle. Los checos quedaron terceros en el grupo 3, por detrás de Eslovaquia, que clasificó a su primer Mundial por la puerta grande, y Eslovenia, que jugará la repesca.

El empate a cero con Irlanda del Norte, ante poco más de ocho mil espectadores –para un estadio con una capacidad de veinte mil- fue el broche de una fase eliminatoria gris y mediocre para el equipo nacional.

Los checos nunca pudieron desarrollar su juego y se vieron afectados por escándalos de mala conducta y por la rebelde lesión de su principal estrella, Tomáš Rosický, que estuvo 18 meses en el dique seco.

Ivan Hašek y Marek Jankulovski,  foto: ČTK
Además, poco después de terminado el match, el seleccionador nacional, Ivan Hašek, ha confirmado que dejaba el puesto.

“Al evaluar mi actuación con la selección, según los resultados finales del grupo, es evidente que no habríamos clasificado para al Mundial, ni siquiera de haber ganado los cuatro últimos partidos. Hemos peleado por la esperanza y en algunos encuentros hemos mostrado un rendimiento interesante. Por otro lado, aunque no hemos perdido, el choque crucial en Eslovaquia podíamos y debíamos ganarlo. Bueno, mi sucesor ahora tendrá la tarea de liderar el equipo a la Eurocopa 2012”.

Los checos necesitaban ganar a Irlanda del Norte y esperar el milagro de San Marino, el equipo más débil de todas las eliminatorias europeas, que debía empatar ante Eslovenia. Pero los eslovenos, envalentonados, golearon 0-3 a domicilio y se aferraron al segundo lugar, que significa la repesca.

Marek Jankulovski,  foto: ČTK
Los eslovacos, en tanto, necesitaban ganar a Polonia en Varsovia y lo hicieron. 0-1 fue el marcador para los pupilos de Vladimír Weiss y el vecino checo asistirá por primera vez a una copa mundial desde su separación con Chequia.

El partido entre los checos y los norirlandeses fue para el olvido, con pocas ocasiones claras, un Milan Baroš ofuscado ante la puerta rival y un público desanimado, porque la eliminación se palpaba en el ambiente. El cero a cero fue el resultado más justo.

Hubo otra noticia la noche del miércoles. En vista del fracaso, el veterano defensor del Milan, Marek Jankulovski, de 32 años, anunció que dejaba el combinado nacional, en una decisión indeclinable. “Puedo confirmar que éste fue mi último partido. Han sido diez años maravillosos”, declaró Jankulovski, que jugó en total 78 encuentros y anotó once goles para los checos.

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