“Sin el acuerdo del Brexit las exportaciones checas habrían caído en 1500 millones de euros”
El acuerdo alcanzado por la Unión Europea y Gran Bretaña para evitar el Brexit duro ha sido recibido con alivio y cierto optimismo tanto por políticos como economistas de la República Checa.
Las fiestas de Navidad no suelen traer tantas noticias como este año, marcadas por el inicio de la vacunación contra el COVID en los países de la Unión Europea y el anuncio del acuerdo del Brexit entre Gran Bretaña y la Comisión Europea que se aplicará desde el 1 de enero.
El primer ministro checo, Andrej Babiš, no tardó en celebrar el acuerdo en redes sociales, que presentó como una fantástica noticia para cientos de miles de personas y comerciantes.
Tanto él como el ministro de Relaciones Exteriores, Tomáš Petříček, recordaron, eso sí, que el acuerdo aún debe ser ratificado por los 27 estados miembros de la UE, aunque es algo que previsiblemente ocurrirá sin sorpresas a principios de 2021.
Para Petříček, el acuerdo da la seguridad y confianza que ha faltado desde que Gran Bretaña se decidió por el Brexit en referéndum en 2016.
“Estoy contento, sobre todo, de que haya desaparecido esa incertidumbre que se prolongó por tanto tiempo y tuvo su impacto en los negocios checos, en la ciudadanía y en no saber cómo iban a funcionar las relaciones en el futuro con Gran Bretaña”.
Los ciudadanos de ambas partes tendrán que volver a enseñar el pasaporte para pasar de un territorio al otro y, por ejemplo, las estancias largas o los residentes comunitarios en Gran Bretaña requerirán visado. Se acaba también la libre circulación de servicios o el reconocimiento mutuo de cualificaciones profesionales, pero el acuerdo asegura a los ciudadanos comunitarios residentes en Gran Bretaña el reconocimiento de sus beneficios sociales y el seguro sanitario.
Pero el pacto da tranquilidad especialmente a todos aquellos que no viajan o residen en el Reino Unido, ya que salvaguarda en gran parte los vínculos económicos entre los países, que no deberían sufrir el gran perjuicio que supondría un Brexit duro para las economías a ambos lados del canal de la Mancha.
La característica principal es que no se aplicarán aranceles o limitaciones al comercio entre el Reino Unido y la Unión Europea. En definitiva, una buena noticia para los intereses comerciales checos, aseguró en entrevista a Radio Praga Internacional el economista Lukáš Kovanda, analista principal del Trinity Bank.
“Estoy completamente seguro de que el 99% de las empresas checas dan la bienvenida a este acuerdo porque, después de casi cinco años de incertidumbre, hay una conclusión positiva. Estaban un poco nerviosos, esperaban que el acuerdo hubiera llegado antes”
Kovanda recordó que Gran Bretaña es el principal receptor de las exportaciones checas después de Alemania, Polonia y Eslovaquia y a un nivel muy similar de Francia.
Aunque destaca Kovanda que aún es pronto para evaluar las consecuencias de esta decisión histórica, el economista subraya que siempre es mejor tener un acuerdo a no tenerlo.
“Sin el acuerdo, nuestras exportaciones habrían caído probablemente en unos 1500 millones de euros, así que es muy buena noticia, especialmente en estos tiempos complejos. Los empresarios checos saben que lo tendrán más difícil ahora a pesar del acuerdo. Pero para nuestros fabricantes de coches, maquinaria o los exportadores de juguetes es muy importante no tener aranceles ni cuotas, que es lo principal del acuerdo”.
Adiós al Reino Unido en el programa Erasmus
Una de las pérdidas más sentidas del Brexit para el Reino Unido será el fin del programa Erasmus de intercambio de estudiantes dentro de la Unión Europea, algo reconocido incluso por el primer ministro inglés y principal promotor del Brexit, Boris Johnson, que calificó el programa de “maravilloso”.
Aunque Johnson anunció la creación de un nuevo programa de intercambio de universitarios entre el Reino Unido y el resto del mundo que llevará el nombre del genial matemático y pionero de la informática Alan Turing, el éxito del Erasmus será difícilmente igualable. En 2017, por ejemplo, poco después de que se decidiera el Brexit, había más de 16 500 estudiantes británicos estudiando en algún otro país de la Unión Europea, mientras que el Reino Unido recibía a más de 30 000 alumnos comunitarios. De media, entre 550 y 600 universitarios checos estudiaban cada año en Gran Bretaña y más de 300 británicos lo hacían en la República Checa. Precisamente los estudiantes ingleses fueron los mayores abanderados contra la salida de su país de la Unión Europea.