Semillas de cardo ayudan a combatir el cáncer
Científicos checos están investigando el derivado de la silibina que contienen las semillas del cardo mariano para luchar contra el cáncer. Dicha sustancia elimina el crecimiento de los vasos que posteriormente alimentan los tumores.
Los científicos checos de la Academia de Ciencias de la República Checa y del Hospital Universitario de Olomouc llevan investigando más de 10 años la posibilidad de aprovechar el derivado de silibina del cardo mariano para luchar contra el cáncer.
Pero los efectos beneficiosos de esta planta se conocen desde tiempos remotos. El cardo mariano se utilizaba como hierba curativa ya en la Antigua Grecia, según dijo Vladimír Křen, docente del Instituto de Microbiología de la Academia de Ciencias de la República Checa.
“Había fuentes históricas que consideraban esta sustancia muy interesante, lo que fue uno de los impulsos para nuestras investigaciones. Por medio de la biología molecular y la química moderna hemos descubierto últimamente sus nuevos efectos que superan las conclusiones descritas por las viejas herbolarias”.
¿Cómo funciona el derivado de silibina y cómo puede ayudar a eliminar los tumores?
“Si lo decimos de manera muy simple, el tumor emite señales de que tiene hambre y el organismo lo satisface ofreciéndole los vasos. Así pues, esta sustancia impide que las señales se transmitan a los vasos y que los mismos lleguen al tumor. De esta manera, el tumor no tiene alimento y al final muere”, explicó el científico.
En caso contrario, el tumor recibe oxígeno y nutrientes y empieza a crecer. A través de los vasos las células libres luego entran en el organismo y provocan la metástasis.
En caso de que la investigación dé buenos resultados, la silibina del cardo mariano en el futuro ayudaría a eliminar los tumores sólidos, pero en ningún caso sustituirá a la quimioterapia, según resaltó Vladimír Křen, docente del Instituto Microbiológico de la Academia de Ciencias de la República Checa.
“Esta sustancia podría aumentar los efectos de la quimioterapia, pero es un tratamiento complementario. Es decir, la silibina debilitará el tumor y la quimioterapia después lo liquidará. Incluso puede pasar que el tumor debilitado muera por sí mismo, lo que se llama apoptosis, la muerte controlada de la célula. O sea, al quitarle el alimento, el tumor desaparece, se reabsorbe”, indicó el perito.
Hoy día, la silibina se aprovecha para el tratamiento del hígado y como remedio para la intoxicación por setas venenosas.
La futura utilización de la silibina como un instrumento eficaz contra el cáncer es muy prometedora, ya que la sustancia hasta el momento no ha demostrado ningún efecto secundario, destacó el perito.
En la actualidad, científicos checos están realizando exámenes de laboratorio y preclínicos de la sustancia. El docente calcula que para dentro de cinco o diez años habrá resultados más concretos.