Chequia es octava en el mundo en la lucha contra el cáncer

Jiří Neužil del Instituto Biotecnológico de la Academia de Ciencias

Chequia sabe cómo luchar contra el cáncer. En el prestigioso ranking elaborado anualmente por el diario The Economist ocupó el octavo puesto a nivel mundial. Destacó por su sistema de salud y la accesibilidad del tratamiento. Sin embargo, se queda atrás en la atención psicológica a los pacientes oncológicos.

Por primera vez en la historia Chequia participó en el prestigioso Índice de preparación para el abordaje del cáncer, un análisis realizado anualmente por el diario británico The Economist. En él, los expertos estudian la capacidad de los países de reducir la mortalidad del cáncer o evalúan la calidad del tratamiento ofrecido a los pacientes, por ejemplo.

Al país lo representó en el estudio la empresa biotecnológica SOTIO, del grupo PPF y, de los 29 países que participaron, la República Checa terminó llevándose el puesto número ocho, sobrepasando a Suecia, Corea del Sur o Japón. La lista la lideraron Australia, Canadá y Alemania.

El índice evalúa a los participantes en base a 45 indicadores vinculados a la investigación, la accesibilidad del tratamiento o la prevención. Uno de los campos en los que Chequia brilló fueron los programas de detección precoz de cáncer. Actualmente se ofrecen screening para el cáncer de mama, de cuello uterino, el intestino grueso y el recto, que forman parte de las consultas preventivas ofrecidas por médicos de cabecera y ginecólogos.

Los analistas resaltaron asimismo la vacunación contra el virus del papiloma humano (HPV), que puede ocasionar el cáncer cervical. En Chequia se ofrece de manera gratuita a las menores de 13 y 14 años.

De acuerdo con el analista de la Unidad de Inteligencia del diario The Economist, Matúš Sámel, en general, los resultados de Chequia son positivos.

“A la República Checa le fue muy bien en cuanto al sistema médico en general, en base a este indicador terminó sexta, principalmente gracias a la accesibilidad de los tratamientos. Sorprendentemente, donde se está quedando un poco atrás es en regulación y estrategias. Es un lado débil que se manifiesta en la coordinación nacional y las estrategias estatales”.

Otro de los campos en los que hay espacio para mejorar, de acuerdo con el Índice, es la atención psicológica ofrecida a los pacientes oncológicos.

Nuevos medicamentos prometedores

Los científicos checos contribuyen continuamente al desarrollo de nuevos medicamentos contra el cáncer. Uno de ellos es una sustancia denominada DRP-104, creada por el equipo de Pavel Majer del Instituto de Química Orgánica y Bioquímica de la Academia de Ciencias. Los checos colaboraron en su desarrollo con los expertos de la Universidad John Hopkins en Estados Unidos.

El medicamento reemplaza la glutamina en el cuerpo, uno de los aminoácidos que intervienen en la composición de las proteínas. Más específicamente, la sustancia, que ha recibido el nombre ‘sirpiglenastat’, perturba el metabolismo de las células carcinógenas y las mata. A pesar del éxito en las pruebas clínicas, el medicamento aún tardará algunos años en llegar al mercado.

Otro logro esperanzador es la sustancia ‘Mitotam’. Como el nombre sugiere, tiene que ver con las mitocondrias, que ejercen el papel de minúsculas plantas de energía en las células.

Según explica Jiří Neužil, del Instituto Biotecnológico de la Academia de Ciencias, quien lleva años desarrollando el medicamento con su equipo, el Mitotam ya ha ayudado a una decena de pacientes en Chequia.

“La primera fase trajo ciertos resultados y eso nos ha dado la esperanza de que también la fase dos tiene sentido. En el caso de algunos pacientes hemos logrado estabilizar el tumor y, en otros casos, incluso reducirlo. Cuando interferimos con las mitocondrias decimos que le damos a la célula cancerígena en el talón de Aquiles. La célula ya no es capaz de recuperarse y no tiene otra opción que cometer un ‘suicidio celular’”.

La segunda fase de los estudios clínicos del Mitotam, que está siendo preparada en estos momentos, podría incluir a cientos de personas. Debería centrarse principalmente en el cáncer de riñón, que es donde los resultados han sido más positivos.

En Chequia el número de casos de cáncer crece de manera continua. Los médicos detectan cada año alrededor de 90 000 tumores malignos, de acuerdo con el Instituto de Información y Estadísticas de Salud. No obstante, el ritmo parece estar desacelerándose. Los datos complejos más recientes provienen del año 2018, cuando se registraron 822 tumores malignos por cada 100 000 habitantes.

A largo plazo la incidencia es levemente mayor en el caso de los hombres. Los tipos de cáncer más frecuentes entre la población checa son el del intestino grueso y el recto, además de la próstata en el caso de los hombres y el cáncer de mama en el caso de las mujeres.

Una buena noticia es que no aumenta el número de víctimas. Gracias a tratamientos oncológicos de alta calidad, la esperanza de sobrevivir un tumor maligno ha crecido en más de un tercio en los últimos diez años.

Autores: Romana Marksová , Ondřej Vaňura
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