Se cumplen 85 años de la “traición” de Múnich

Hace 85 años Checoslovaquia fue privada de sus zonas fronterizas conocidas como los Sudetes, que pasaron a formar parte de la Alemania nazi. Así lo permitió el Pacto de Múnich, firmado por Francia, Gran Bretaña, Italia y Alemania.

La postal de propaganda de los Sudetes

A finales de septiembre de 1938, Francia, Gran Bretaña e Italia cedieron a las presiones de la Alemania nazi y estuvieron de acuerdo en que los Sudetes pasaran a formar parte del III Reich. Las potencias europeas que firmaron el pacto sin la presencia de representantes checoslovacos creían que iban a satisfacer así las ambiciones territoriales de Hitler y asegurarían la paz en Europa.

Para el Gobierno de Checoslovaquia, el acuerdo alcanzado “sobre nosotros, sin nosotros y contra nosotros», según lo describieron, fue calificado de “traición”, pero lo ratificó el 30 de septiembre de 1938. Un día más tarde, las tropas hitlerianas entraron en territorio checoslovaco y ocuparon los Sudetes.

No obstante, la concesión de Francia, Gran Bretaña e Italia a la Alemania nazi sólo pospuso el estallido de la Segunda Guerra Mundial en menos de un año, como comentó a la Radio Checa el historiador Vojtěch Kyncl, del Instituto de Historia de la Academia de Ciencias.

Adolf Hitler y Konrad Henlein  (a la iquierda de Hitler) en los Sudetes  (1938) | Foto: Bundesarchiv,  Bild 183-H13192,  CC BY-SA 1.0

“El mundo occidental no se daba cuenta todavía de lo que había causado con la firma del Pacto de Múnich. Esto fue un claro testimonio de que la política internacional estaba fallando a todos los niveles. Porque si se hace una concesión a un agresor, este cobrará más fuerza todavía, pero no reducirá su agresividad”.

Vojtěch Kyncl | Foto: Česká televize,  ČT24

Con el Pacto de Múnich Checoslovaquia fue privada del 33% de sus empresas industriales, incluidas las armamentísticas, y Hitler se apoderó también del extenso sistema de fortalezas fronterizas, lo que para Checoslovaquia significó la pérdida de su capacidad defensiva.

El país fue privado asimismo del 30% de su territorio con casi el 34% de sus habitantes, o sea, de 41.098 kilómetros cuadrados y 879.000 habitantes. Antes de finales de 1938, habían abandonado los Sudetes más de 114.500 checos, 11.500 antifascistas alemanes, 7000 judíos y unas mil personas de otras nacionalidades.

Además de Alemania, unos 11.830 kilómetros cuadrados del territorio checoslovaco fueron ocupados por Hungría en el sur de Eslovaquia y otros 1086 kilómetros cuadrados en Silesia por Polonia.

Acuerdo de Múnich | Foto: Bundesarchiv 183-R69173/Wikimedia Commons,  CC BY-SA 4.0 DEED

El que el Gobierno de Checoslovaquia aceptara el Pacto de Múnich provocó un sobresalto entre la población, que estaba dispuesta y preparada para luchar contra Hitler. El presidente Edvard Beneš defendió entonces el procedimiento de las autoridades checoslovacas de la siguiente manera: “Si no aceptáramos el pacto, provocaríamos la guerra, perderíamos la independencia y la nación sería asesinada”.

El Pacto de Múnich no salvó la paz y tampoco condujo a la colaboración entre Alemania y Gran Bretaña. No sació las demandas de Hitler, ni tampoco salvó al resto de Checoslovaquia ante la ocupación nazi. Ni siquiera benefició a los alemanes de los Sudetes quienes, al acabar la guerra, fueron expulsados de estos territorios.

Autor: Ivana Vonderková | Recursos: Český rozhlas , ČTK
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